¡Hola a ti y al 2023!
Esta carta inaugura la tercera temporada de Escríbeme pronto. Gracias por leer, gracias por escribir. ¡Ojalá seamos pen-pals este año!
¿No tienes tiempo de leer? Escucha con el botón de arriba 👆🏼
¡Te doy la bienvenida a esta temporada 2023 de cartas! ¿O qué? ¿En serio creíste que esto se iba a detener?
Envié mi última carta el 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes. Me disculpo contigo si en algún punto creíste que mi anuncio de finalización de proyecto era real. Además de aclararlo brevemente en la carta, tenía un meme referenciando esto. ¡Exacto! Si sólo gustas de oír esta carta, recuerda que al final estoy incluyendo un gif animado para sacarte una sonrisa.
Y aquí estoy, como cada dos miércoles.
Año nuevo, vida nueva, dicen. Parece esta una fecha arbitraria para que, de pronto, los seres humanos queramos despilfarrar nuestro dinero en membresías de gimnasio, rellenar de verduras el refri, comprarnos una agenda nueva (con la que ahora sí nos haremos tiempo), entre otras tantas estrategias para celebrar que le dimos una vuelta al Sol.
Pero bueno, la esperanza muere al último y yo quiero creer que en este año sí se cumplirán todos los propósitos que te plantees.
Un libro 📕
Este año tengo la misión de re-aceitar mi hábito de lectura. Y, para ello, estoy terminando algunos libros que había dejado pendientes desde 2022.
Si eres una persona con cierto hábito de lectura, seguro tienes historias por decir lo menos, interesantes, con tus libros. Como el clásico volumen que perdemos cuando lo prestamos (yo suelo pensar, cuando presto algo de mi biblioteca, que en realidad lo estoy regalando. Esto, desde cierto volumen que se tragó el tiempo y el espacio. P.D. ¡Si eres la persona a quien le presté Auto-de-fe de Elias Canetti, por favor, regrésamelo!).
El libro que quiero recomendar lo había dado por perdido. Porque sí, también los pierdo, sobre todo porque casi siempre que salgo, traigo uno en la bolsa. Este recurso lo tengo aprendido porque en México hay muy poca gente puntual. Y como la paciencia no es lo mío, leer mientras espero a otra persona me hace la vida más amable.
Total, que On Beauty de Zadie Smith llegó a mi vida en 2019; sí, hace casi cuatro años, pero estuvo perdido al menos dos. Estaba con la llanta de refacción de mi coche. Misterios de la existencia. Se sintió como cuando te encuentras un billete en las profundidades de un pantalón: emoción pura.
Zadie Smith es una escritora afrobritánica que tiene la virtud de crear personajes basados en diálogos hiperrealistas. Un buen amigo me recomendó NW. Una novela suya que trata sobre el noroeste de Londres, lugar en el que viví durante un año, así que le agarré cariño rápidamente.
On Beauty, “Sobre la belleza” en español, es una novela que habla sobre dos familias rivales a raíz de una competencia profesional entre los papás de ambos grupos. Los señores pertenecen a la academia, de manera más específica, a la academia que estudia la Historia del arte.
Mientras estudié Humanidades, la academia no me fue ajena y he de confesar que muchas veces imaginé quedarme en ese mundillo que vive aparte discutiendo cosas que a nadie más le importan más que a tus peers. Digo, mi tesis de licenciatura iba a ser sobre portadas de Black Metal noruego, para que te des una idea.
On Beauty tiene tintes de humor por estas personas que orbitan fuera del mundo académico y que han de padecerlo de alguna manera. Me sigue sorprendiendo cómo Smith puede hacer personajes tan realistas y cercanos basados en el diálogo. Y algo que me fascina es que, a veces, me siento como leyendo un muy buen chisme. Sobre todo en este volumen donde aborda varios problemas domésticos.
Algo que me ha pasado con Zadie Smith es que en algún punto se me vuelven lentos algunos capítulos. Pero una vez pasando el bache, todo vuelve a un ritmo normal y hasta rápido por todas las peripecias que padecen estas familias.
Súper recomendable. Puedes conseguirlo aquí en Amazon en su versión inglesa o en este otro enlace en español. Con la salvedad de que no sé si la traducción sea buena, tomando en cuenta que el libro sucede en Boston y Londres.
Una rolita 🎶
Me cae muy bien cuando músicos que sólo se dedican a hacer colaboraciones sacan algún material solista y suena increíble.
Eso pasa con Beth Orton, más famosa por grabar canciones con The Chemical Brothers, que por su propia carrera.
Siiin embargo, su más reciente álbum, Weather Alive, es una joyita. Para empezar, la señora canta excepcionalmente bien, pero además es un buen álbum que mezcla jazz y folk de una manera muy acogedora. Es la clase de música que quieres poner mientras te tomas una taza de café o chocolate y está lloviendo afuera.
El sencillo “Fractals” me parece de lo mejor de este disco. Te lo dejo para que lo escuches.
Un videojuego 👾
Si te gustan los escape rooms o las novelas y series de misterio, este juego es ideal para ti.
Ha estado nominado en varias ocasiones por su curiosa narrativa e incluso ganó ya en el IndieCade de 2022 (un festival para juegos poco conocidos, a veces descrito como el festival Sundance de videojuegos).
En fin, en “El caso del ídolo de oro” (The Case of the Golden Idol) tienes que hacerla de detective y resolver el misterio detrás de 12 muertes a lo largo de 40 años.
El modo de juego es muuuy simple. Te presentan una escena, recoges las pistas dando clics y resuelves misterios en una libreta.
Así, de pronto, en tu diario puedes nombrar a todos los personajes (para saber quién es quién), resuelves un acertijo y luego llegas a saber qué pasó con lujo de detalle.
A mí que me gustan los acertijos, me ha parecido un juego adictivo. Sólo lo puedes jugar en la compu y lo puedes encontrar en Steam a través de este enlace.
Una minificción 🖋
Estaban el Papa Benedicto XVI, Pelé y un mexicano en el infierno.
Los dos primeros, especialmente el Papa emérito, estaban indignados por toparse con Satanás en vez de que San Pedro los recibiera con las puertas del Paraíso abiertas. Las huestes de demonios los guiaron hasta el trono de Satanás, quien habló mientras se acercaban.
—Buenas, buenas, bienvenidos. Esta es revisión de rutina, tendrán que pasar por una prueba antes de que pueda dejarlos pasar al elevador de acá atrás para que los entreviste San Pedro.
—Esto es una atrocidad, ¿y el purgatorio? —preguntó el señor Ratzinger.
—Los VIP pasan por acá. Hay una delgada línea entre ambas tierras y han de demostrar la bondad de sus almas.
—O que temos que fazer? —preguntó Pelé.
—Demostrar su mejor talento que impacte en los demás.
No acababa de decir esto el Diablo cuando Benedicto XVI empezó a dictar misa. Pelé no se quedó atrás y le pidió una pelota a los demonios que lo rodeaban. Para asombro de las cohortes infernales, el rey empezó a hacer dominadas.
Joseph Ratzinger, molesto, optó por pedir pluma y papel y escribió toda una acertada disertación sobre el amor divino, que entregó al Diablo.
Mientras, Pelé ya había superado a Maradona en dominadas (lamento decirles que el verdadero Dios gobierna solo en el Cielo y su homónimo reside con Belcebú).
Ambos, después de hacer sus gracias, volvieron con Satanás, quien sonreía socarronamente.
Fue Pelé quién preguntó:
—E o mexicano?
—En lo que ustedes hacían lo suyo, su amigo mexicano tomó el elevador sin pedirle permiso a nadie y llegó al Reino de los Cielos.
La moraleja de esta historia es que, a veces, nos empeñamos tanto en demostrarle a quien no lo merece que “podemos”, que nuestro verdadero objetivo se nos evapora.
Una reflexión 💭
El Año Nuevo es una de mis festividades favoritas porque nos da por replantearnos hasta la vida misma.
Hay una gran diferencia entre escribir objetivos en mayo que el primero de enero, y la cosa es que en enero muchas más personas están en este mismo esquema mental de cambio.
En otras palabras, da gusto que nuestros amigos tengan tantas ganas de hacer dieta como nosotros (y es una pena que la mayor parte de las veces lo desaprovechamos).
Yo estoy bastante emocionada por las cosas nuevas que se vienen en mi vida. Este año, sí o sí, buscaré publicar mi primera novela. Pero también estoy estrenando trabajo, escritorio y hasta actividades recreativas.
Y me quiero valer de que quizá tú también tengas nuevos propósitos de año nuevo. Podemos ayudarnos. Uno de mis grandes objetivos es mandar al menos 26 cartas que te saquen muchas sonrisas y que te recuerden que cada mes puede ser primero de enero cuando tienes algo de imaginación… y personas que te pueden hacer segunda.
Aquí estaré, a tan sólo un “Responder” de distancia.
Para iniciar bien el año, ¿me ayudas con esta encuesta? Dime cuándo prefieres recibir esta fabulosa carta.
Un meme
¡Nos vemos dentro de dos miércoles! Que vengan cosas muy buenas para ti y los tuyos en este año.
¿Es tu primera vez? Te dejo más cartas aquí.
Con cariño libre de virus,
J. McNamara, aka Geeknifer.
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