Por mi letra hablará el espíritu
Escribo para no volverme loca, aunque siempre consigo lo contrario
Espero que si estudiaste en la UNAM no te ofenda el título de esta carta. Creo pertinente parafrasear a Vasconcelos porque pocas veces escribo sobre escribir. Varias veces en esta carta he hablado sobre la creatividad. Pero en estas 48 ediciones (sí, te he escrito casi una cincuentena de cartas) sólo una vez he agarrado la escritura de tema central.
Para mi fortuna, ya puedo decir que me pagan por escribir. La gente cree que esto es sencillamente abrir un documento de Word y formar párrafo tras párrafo. Cualquiera que haya escrito algo más o menos decente (cuentos, cartas, ensayos universitarios o copy) sabe bien que ese pensamiento es falso.
Es todavía más falso en lo que hago: sintetizar información financiera para que sea lo más comprensible posible. El trabajo mental y de investigación que implica antes de poner una palabra no es hacer enchiladas.
¡Pero a ver! La cosa es que escribir trae muchísimas ventajas. Hoy quiero contarte algunas y cómo empezar a hacerlo.
*Un libro 📖*
Mientras escribo - Stephen King
Ten cuidado con los algoritmos, porque pueden atacarte donde menos lo esperas. A mí alguna vez se me ocurrió hacerle saber a la plataforma de artículos y blogs, Medium, (consciente e inconscientemente) que me gustaba el rollo escritural.
El algoritmo ahora me pasa cientos de artículos con títulos clickbaiteros, con frases clichés o falsas, que presionan a cualquier incauto a ser un escritor exitoso: “Las 10 claves para hacer de tu escritura un negocio”, “Con este secreto tendrás más ventas que J.K. Rowling”, “¿Cómo escribir una novela en 4 días sin morir en el intento?”. Cosas así.
No voy a mentirte: a veces caigo en la tentación de ver listas con recursos para escritores y no hay persona que no cite algunos consejos de On Writing (Mientras escribo) de Stephen King. Pero este año recibí la recomendación directa de leerlo e hice caso.
Espera, aunque no te interese escribir o las historias de miedo no sean lo tuyo, este volumen vale la pena.
Stephen King es considerado el maestro moderno del terror. Este libro no tiene nada de eso y tampoco es una guía de cómo escribir. A ver, sí que trae consejos puntuales, pero su gran acierto es no ser un tutorial, sino un ensayo autobiográfico. En pocas palabras: claro que aprendes de las recomendaciones, pero aprendes todavía más de la manera en la que King narra sus experiencias de vida.
Y eso a cualquiera le interesa: ¿cómo un creativo empieza a vender sus cuentitos de fantasía y horror?, ¿qué tan fácil es salir de una adicción?, ¿qué pasa cuando estás a punto de morir?
Si quieres leer cómo el señor King superó la adicción a las drogas y al alcohol, cómo recibió su primer pago por un cuento o cómo es que el manuscrito de Carrie se salvó de milagro, puedes conseguir el libro acá.
*Una(s) recomendacion(es) 💡*
Bueno, ajá. Supongamos que quieres escribir, ¿por dónde empiezas?
Te dejo tres tips sencillos.
1.- Escribe de cualquier cosa (que conozcas)
Uno de los grandes problemas de quien empieza (o de quien se atora, porque el bloqueo de escritor es real) es tenerle pánico a la página en blanco. ¿Cómo hago para escribir si nunca lo he hecho?
Empieza con algo que conozcas, algo que te sea muy familiar. Ya sé, te dije arriba que escribir no es hacer enchiladas, pero no tiene por qué ser un suplicio.
De hecho, ni siquiera debe ser ficción. Mantener un diario es una buena terapia que te permitirá saber dónde estás, hacia dónde vas y qué puedes mejorar en tus relaciones con otros.
2.- Anota cualquier idea que se te venga a la mente
Hoy ni siquiera necesitas papel y pluma: basta con tener una nota en tu celular. En mi caso, tengo ancladas dos notas. Una donde escribo recomendaciones que me dan distintos seres (está acomodada por columnas: canciones, libros, etc.) e incluso algunas de ellas han llegado a esta carta. Y otra donde literal dice “Ideas para escritos”.
Acostúmbrate a pensar cuando tienes tiempos muertos: en el transporte público, en una comida familiar aburrida... o hasta en el baño.
3.- Lee en voz alta
La única manera en la que las cosas que escribo no tienen tantas erratas es cambiándolas de formato. En pocas palabras, cada vez que voy a enviarte una carta, la leo primero en el celular. Y, si pretendo que uno de mis textos funcione, lo leo en voz alta.
Esto sirve para muchas cosas y no sólo para las faltas ortográficas. Leer en voz alta también hace que te des cuenta si tus personajes son asquerosos. Cabe la pregunta entonces: ¿estos seres de verdad sonarían así?
Por supuesto, el rey de este ejercicio sería que alguien fuera tu lector o lector beta y te dijera si está padre lo que escribes. Posdata: se vale escribirme para lanzarme jitomatazos.
*Una rolita 🎵*
A estas alturas del partido espero que se note que me gusta escribir cartas. La cosa es que, además de redactarlas, me encanta leer sus respuestas.
Hablando de finales de año, quiero agradecerte si contestaste estas cartas en algún punto. Tengo respuestas de todo tipo. Algunas cortas, otras largas. Unas con recomendaciones y cuentos, otras de una sola línea. Unas con cafecito incluido. Unas contando problemas y otras presumiendo sueños.
Al final, la idea de hacer cartas es que el destinatario tenga la libertad de responder.
Si no lo has hecho, seré feliz de leerte y bailar con esta canción de fondo.
*Un video 🎞️*
¿Qué hace que una historia sea especialmente buena?
Cortázar decía que no hay historias malas, sólo historias mal contadas. Ese señor tenía razón. Este año tomé un gran curso de storytelling, del señor Carlos Candiani, y hablábamos de varios elementos que puede tener una narración para hacerla mejor. Este video es cortesía de esa experiencia.
Uno de ellos es crear expectativa en quien escucha la secuencia de eventos. Esta miniconferencia de Ted Talk lo demuestra con creces y, a través de un relato, da evidencias de las características que puede tener una historia grandiosa (incluyendo un montón de humor).
La historia empieza con una pregunta: ¿alguna vez te ha gustado alguien del trabajo? La puedes escuchar y ver aquí.
*Una minificción🖋️*
A veces sí me da por tomar fotos
Día 14: Escribe sobre una noche en París.
Si quieres la lista para escribir antes de Navidad, responde a este correo.
Las campanas me despertaron. No eran campanadas cualquiera. Vengo de un lugar donde se escuchan campanas de día y campanas de noche. Soy del pueblo de las 365 iglesias, al menos en la leyenda, porque en realidad tiene unas 200.
Pero estas, estas son las campanas con las que todas las iglesias sueñan.
Notre Dame me despertó. No sé cómo nadie me había levantado, más cuando dormía en el sillón de la librería con una gata llamada Agatha encima.
Quizá eso fuera: despertar gatos es de mala suerte.
Estaba sola. Me habían dejado la semana pasada. ¿O yo había dejado a alguien la semana pasada? No lo recuerdo. Lo que sí recuerdo es que salí a trompicones del laberinto de libros y estaba nublado. Que estaba en la ciudad del amor... sin pareja. Y que tenía muchas ganas de beber. Ni volteé a ver el Senna, sólo tuve que cruzar la calle.
Me interné en la cueva que era el bar y pedí una cerveza. Para ese día, el vino de mesa ya me había partido las papilas gustativas en cuatro. La gente bailaba. Parejas y parejas bailando charleston, como si el siglo pasado se les hubiera reaparecido. Excepto yo. Tomé un trago más a mi cerveza, miré mi reloj a punto de irme y, de pronto, escuché: "Tu veux danser?". No creí que fuera yo la aludida, salvo porque una criatura de corbata y chaleco estiraba la mano. Yo era más alta, pero eso no le impidió al ser darme vueltas como si en eso se le fuera la vida.
A mí se me olvidó la cerveza, se me olvidó que no tenía pareja y sólo hasta entonces reparé en la belleza de todos los que ahí bailaban. Eran tan hermosos que pudieron haber sido vampiros. Pero no. Era la música que producía un grupo en vivo, eran las vueltas, era estar sola una noche en París.
Era jazz y no parábamos. Sólo hasta la tercera canción vi a los ojos a mi acompañante. Y me reí. ¿Era una chica? Quién sabe. Lo importante es que bailaba como si llevara blues en el corazón.
Tal vez sí eran vampiros, porque me contagiaron sentirme inmortal.
Llegó la hora de cerrar. Y ahí, en el barrio latino, con una mujer de la mano, caminando por el Pont au Doble, dirigiéndome a las campanas de las campanas, supe que París era la ciudad del amor. Y eso incluía amor propio.
*Una reflexión 💭*
Hace casi un año dije por qué escribía. Esa vez no dije que también escribo porque es una buena manera de explicarnos cosas. Tener un diario es mi mejor recomendación para empezar a ejercer la escritura, para conocerte, para saber qué te preocupa.
Supongo que todos necesitamos deshacernos de eso que llevamos dentro. El filósofo checo Vilém Flusser decía que nos comunicamos por el miedo que tenemos a morirnos; que básicamente tenemos la necesidad de olvidarnos de que nuestra vida es finita a través de la comunicación. Si bien es un pensamiento medio denso, algo de sentido tiene.
Para mí, escribirte una carta cada miércoles es sentir que estoy viva. Siempre tengo conflicto cuando la gente me pregunta por mi hobby, porque no hay manera en la que considere esto de escribir un pasatiempo. Para mí es más parecido a una necesidad. A tener un sentido.
Así que agradezco infinitamente que, a casi fin de año, me sigas leyendo, porque es la única manera en la que estoy algo más completa. No dudes escribir respuestas a estas cartas, que también son pretexto para poner una palabra detrás de otra.
P.D
Como Facebook prometió desde sus buenos tiempos, este newsletter SIEMPRE será gratis. Pero el trabajo creativo no deja de ser trabajo. Así que te dejo este link por si quieres invitarme un cafecito, con la promesa de un día tomárnoslo en la misma mesa, y animarme a seguir con este proyecto y extenderlo a otros lares.
¡Hasta el próximo miércoles!
¿Es tu primera vez? Te dejo más cartas aquí.
Con cariño libre de virus,
J. McNamara, aka Geeknifer.
Puedes ponerte en contacto conmigo por Instagram, Facebook, Goodreads, Twitter y LinkedIn.
Por favor, no olvides darme tus ideas y opiniones sobre esta carta respondiendo a este mail; también lo puedes reenviar.
¿Me ayudas? Dile a un amigo y a un enemigo que se suscriban aquí: https://tinyletter.com/Geeknifer