Los escritores sin libros
No necesitas abrir un libro para leer literatura de calidad. Sólo basta con meterse en los lugares correctos de internet.
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¿Cómo? ¿Escríbeme pronto en viernes? ¡Pues sí! Porque la edición de hoy te dará mucho para leer el fin de semana, si estás en México, toca largo. ¿Qué? ¿Acaso pensaste que uuuna vez más mi administración de tiempo de escritura andaba por los suelos? Por supuesto que no (😙🎶).
Cuando la gente me pregunta: ¿qué lees? La respuesta es compleja. Combino libros que me llegan a casa, sorpresa cortesía de una cajita literaria, que siempre caen en “literatura contemporánea de editorial independiente”. Leo los libros que yo escojo, que son “gustos extraños relacionados con terror, fantasía y no ficción muy random”… y leo mis newsletters.
El formato del newsletter lo veo como una evolución del blog. Combina lo privado del correo y lo público de tener escritos viviendo en internet. Leo alrededor de 40 de estas cosas de manera consciente.
Hoy quiero recomendarte sólo 10, que van por distintos temas… Más una canción de fondo 🎶, una recomendación 💡 para no volverse loca entre tanto autor, un cuento 🖊️ y una reflexión 💭.
A mí me gusta leer con música y hace tiempo que no recomiendo alguna canción. Así que te dejo esta preciosa rola del dúo de folk australiano Angus y Julia Stone.
Diez newsletters…
1.- Bruja Maldada, de Elisa Díaz
A
la empecé a leer por un cuento que toma de marco el reto de la ballena azul. Un supuesto fenómeno que parece historia de terror de internet (una creepypasta) que insta a adolescentes a hacerse daño poco a poco hasta llegar a, imaginarás, desaparecer del planeta.¿Por qué suscribirte? Porque los cuentos de esta bruja mezclan lo perturbador con el análisis social.
2.- La inconformista, de Gabriel Salvadó
Tengo que aceptar que durante mucho tiempo pensé que esta carta la escribía una mujer. Porque es “La inconformista”, ¿no? Bueno, el día que finalmente vi que su creador es un excelente ilustrador me autopuse los ojos en blanco. Dispénseme,
.¿Por qué suscribirte? Porque este autor no sólo habla de escribir, sino que a través de sus dibujos (¡que son hermosos!) impulsa la creatividad. Y todos necesitamos eso.
3.- Miradero, de Samuel Domínguez
Leer a Samuel es la serendipia más bonita que me ha pasado en Substack. Sus cartas tienen varias vertientes: escribe sobre su vida en Palestina como profesor, una serie de ficción (¡donde una también puede participar!) y acerca de su escritura.
¿Por qué suscribirte? Porque el tono de
es muy ligero, lo cual viene bien porque sus correos llegan diario. Yo la verdad lo leo en combo con cafecito en mano.
4.- Angélica’s substack, de Angélica Vázquez del Mercado
Hay gente que odia la historia, ya sabes que yo no caigo en esa categoría. Las cartas de
me han dejado con la boca abierta porque encuentro datos que no sabía de la historia de mi país (México).¿Por qué suscribirte? Porque en una carta te puedes enterar de chismecito que, doble o nada, no conocías.
5.- El mundo de Franz Mori, de Francis Moricete
Suele pasar que conoces a alguien en línea y luego le conoces físicamente. Con Francis me pasó al revés. Ella tenía un stand como ilustradora y tatuadora en la convención de cómics La Mole. Le compré stickers y vi que tenía una newsletter. Hoy es de mis consentidas.
¿Por qué suscribirte? Porque Francis tiene una estructura encantadora que se parece a la mía, ¡ja! No sé de dónde saca sus recomendaciones, pero se ve que se mueve en mundos tan bajos del internet como yo. Su newsletter inspira a crear.
Van unas en inglés:
6.- On Things, de Madeleine Dore
“De las cosas” se llama esta news. Y sí,
es mi ejemplo a seguir cuando se trata de hablar de temas aleatorios. Siento que es buena llegando a lugares profundos sin mucho esfuerzo.¿Por qué suscribirte? Porque no hay edición en la que no guarde una cita para después.
7.- Out of the blue, de Mari Andrew
El nombre de su newsletter me encanta porque es un juego de palabras en inglés. Out of the blue podría traducirse como “salido de la nada”. Pero también es “salir del azul” y en inglés “blue”, azul, es también una manera para decirle a la tristeza.
¿Por qué suscribirte? Porque las reflexiones de
son increíblemente iluminadoras y divertidas.
8.- Maybe Baby, de Haley Nahman
fue la primera newslettera que seguí con fervor. Una escritora viviendo en Nueva York. Aunque suene de película, sus escritos siempre hacen que descubra algo nuevo sobre el poder de escribir y ser mujer joven en una metrópoli. Ya no publica tan seguido porque tuvo a su bebé, pero cuando llega una carta con número, sé que encontraré algo bueno.¿Por qué suscribirte? Porque ¿quién no quiere leer a alguien cumpliendo el sueño creativo?
9.- The Garden of Forking Paths, de Brian Klaas
es un investigador que escribe en The Atlantic (nada más) y sus newsletters son un bálsamo de curiosidades del mundo. Lo cité el día que hablé de astrología. Apenas leí esta joya sobre multibillonarios y me da gusto que mi cuenta de banco no sea tan grande. ¿Por qué suscribirte? Porque seguro que entiendes mejor el mundo después de leerlo.
¿10?.- Voy a poner a dos personas aquí.
… ¿Pero cómo? ¿No ibas a dar sólo diez? Pues esta es mi newsletter y diez tiene dos dígitos: Laura Díaz y Cristina Hontanilla. La primera escribe sobre SEO y terror. Sí, así como lo lees. Y a la segunda le he copiado sus ejercicios de escritura, la conocí en vivo y estoy orgullosa de ser su colega escritora.
Recomendación pilón
Esta note (algo así como los posts dentro de Substack) que escribí sobre cómo puedes usar una plantilla si lees demasiadas cartas y necesitas saber a cuáles podrías desuscribirte.
Y como a NADIE le gustan las newsletters promocionales, puedes usar el sitio gratuito Leave Me Alone para saber cuáles son basura en tu correo.
La oficina
—Pues, ¿Nacho? El de recursos humanos —dijo Amanda con la boca todavía llena de ensalada.
—Ay, no. Está muy señor —contestó Dani con un brillo particular en los ojos.
—Entonces… Beto, ¡el de sistemas!
—Es bien raro.
—Mmmh… Bueno… ¿cómo le dicen a este tipo? ¿Johnny? Bueno, Juan, el de sustentabilidad —adivinó Amanda usando el tenedor de varita mágica.
—Guácatelas. Anda con la gerente de finanzas.
—¿De verdad? Órale con su “Cuarenta y veinte” al revés. Ella debe tener como cincuenta y pico, ¿no? —Amanda ya tenía lechuga en el pelo cuando se le ocurrió el siguiente nombre. —¡Ya sé! ¡Ya sé! Este muchacho de logística, ¡Bruno!
—Nunca le vas a dar —rió Dani.
—Pues eso veo. ¿Es hombre, al menos?
—Sí, todavía me siguen gustando más.
—A mí también, pero quisiera que ya no fuera así —replicó Amanda haciendo mueca.
—Yo ya no estoy disponible, por si te querías enamorar de mí.
—Olvídalo. ¿Y cómo que no estás disponible? ¡Andas construyendo castillos en el aire! Si ni han salido, ¿no?
—No.
—¿Él sabe que te gusta?
—No.
—¿Entonces?
—Me escribe mensajitos por Slack… fuera del horario laboral.
—Ay, pero qué cursi. Ni que estuviéramos en la primaria. ¿Quién podría ser tan…? ¡No! Ya sé. No puede ser. No. Es tan obvio que sí puede ser.
—¿Qué cosa?
—La única persona en esta empresa que podría escribir medianamente bien: Te mueres por Emmanuel.
Daniela se puso roja hasta las orejas.
—Escribe bien, sí.
Amanda se quitó los pedazos de ensalada de la cabeza y sentenció, con la profundidad epifánica que sólo alguien en el comedor de la oficina podría tener:
—No sé mucho de la vida. Pero, pese a la creencia popular, las palabras suelen ser más peligrosas que las miradas robadas.
Esta reflexión es corta. Es una invitación a que leas más autores noveles. A que no sólo leas a gente publicada sino que le des una oportunidad a las personas creativas en ciernes. Eso no sólo aplica para la literatura, sino para cualquier arte: ve a los conciertos de tu zona, asiste a eventos en donde haya ilustradores locales, en fin… estoy segura de que tu alma creativa te lo agradecerá.
***
¡Hasta el miércoles!
¿Es tu primera vez? Te dejo más cartas aquí.
Con cariño libre de virus,
J. McNamara, aka Geeknifer.
Puedes ponerte en contacto conmigo por Instagram, Telegram, Facebook, Twitter y LinkedIn.
Está newsletter la leí en dos tiempos, el primero llegué hasta las recomendaciones en inglés. Hoy pasé de nuevo y me vi mencionada sin haberme dado cuenta antes! Es la maravilla de Substack, dan igual los tiempos, todo queda aquí, inamovible, sumando sin restar tiempo ♥️ mil gracias, amiga! Ya mismo nos encontramos de nuevo, y espero alguna ruta librera q no conozca, Expo con café final de mi lado 🙏🏻💖
Gracias por recomendarme! espero mantener el nivel que los lectores como tú se merecen :)