La última de 2021
Si vuelvo alguna vez por el camino andado no quiero hallar ni ruinas ni nostalgia. Lo mejor es creer que pasó todo como debía. Y al final me queda una sola certeza: haber vivido.
J.E. Pacheco
Hoy te envío una cartita más personal. Recomiendo que leas esto con café, té o vino en mano.
He estado pensando mucho en 2021. Al hacerlo, me estreso; por momentos, me parece un año perdido. Hay gente acabó harta de 2020, al final de este 2021 yo termino agotada. Como si en vez de haber sido un año nuevo, hubiera sido sencillamente el continuum del año anterior.
Con todo, si hago un recuento, me pasaron un montón de cosas emocionantes y geniales.
Hice un compromiso de amor, me cambié a un trabajo que implica un reto mayor, di mi primer curso enfocado en lo que me especializo, bajé por fin Steam (ya sé, qué gran hito), hice amigos nuevos y, claro, mandé 50 cartas con la esperanza de que las leyeras.
Siempre me he jactado de que sé ver el vaso medio lleno. No voy a detenerme ahora. Pienso que a la vuelta de la esquina vienen cosas buenas. Por eso, quédate aquí, que te contaré cosas lindas.
*Un producto🔮*
¿Eres de los que de pronto se cansa de ver un tiradero y se pone a limpiar? ¿De aquellos que se desesperan por la cantidad absurda de mails que tienen y lo organizan todo en un impulso de orden?
Yo soy así. Por eso, soy muy feliz de que en mi nuevo trabajo la gente se comunique por una plataforma llamada Slack y no por WhatsApp. Esto me ha permitido salirme de ciertos grupos y archivar otros.
A lo que voy es que, ahora que vivo en el espacio virtual de Slack, uno de mis colegas compartió una página que me pareció maravillosa llamada Year Compass.
En realidad, es la página que aloja un pequeño libro de ejercicios. Una brújula de año, una que propone cerrarlo recordando lo mejor, lo más valioso, los momentos en los que aprendimos y empezar el siguiente definiendo objetivos y visualizando qué esperamos de él.
Me parece una manera interesante de bajar nuestros sueños, de hacer catarsis de lo que traemos dentro, celebrar lo que vamos cumpliendo y retarnos para expandir límites. Todo con suficiente espacio para expresarlo con creatividad: mediante imágenes, fotos, dibujos y no sólo con palabras, en caso de que los textos no sean lo tuyo. Lo importante es que Year Compass propone volver al cuaderno cada cierto tiempo para ver nuestro progreso.
Te dejo la página para descargar la brújula de año, en español, aquí en tamaño carta y acá en tamaño más pequeño, para que se vuelva un cuadernillo plegable.
*Una rolita🖋️*
Hace unos días una pen-pal me recomendó una canción que me encantó y creo que le va excelente a estos tiempos. Se llama "Only a Lifetime" y es del señor FINNEAS, quien prefiere andar por la vida por su nombre de pila en mayúsculas que por su nombre completo: Finneas Baird O'Connell. Y si eres fan de Billie Eilish, seguramente sabes quién es, porque el nombre completo de la famosa cantante es Billie Eilish Baird O'Connell. Resulta que este muchacho es su hermano y ha compuesto canciones para ella.
Independientemente de que proviene de una familia talentosa, la letra de esta rolita se me hace ideal para pensar en el año que viene: sólo tenemos un tiempo de vida, ¿para qué desperdiciarlo con los ratos amargos?
*Una minificción🖋️*
Isela vio el reloj otra vez. Su invitado seguía sin llegar.
Se levantó de la mesa y, apurada, abrió la puerta del balcón y sacó un cigarro.
No quería pensar en él. Su recuerdo le caía como una patada en el hígado.
Especialmente lo odiaba porque le había quitado los besos.
Hacía meses que no salía con nadie.
“Maldito sea”, pensó.
El reloj dio las doce.
—¡Feliz año nuevo! —gritaron todos adentro.
Su hermana corrió a abrazarla.
—¿Qué te pasa? —le preguntó.
Isela sonreía de oreja a oreja, viendo la pantalla de su celular.
—Ya llegó mi invitado.
—¿De qué hablas?
—De nada.
Isela seguía sonriendo, viendo en su celular la fecha:
“1 de enero de 2022”.
2022 le devolvería los besos, de eso estaba segura.
*Una reflexión 💭*
Con el mar de fondo, es más fácil pensar
Me parece que todos los que nos dedicamos a algo medianamente creativo nos sentimos mal de tanto en tanto por no llegarle a los talones de nuestras expectativas. Nos gusta creer que es sólo el sistema el que nos ha impuesto ideas imposibles, pero, vamos, con total honestidad: muchas veces somos nosotros quienes decidimos ponernos una vara inalcanzable.
No hace tanto leí, en otro newsletter, que los que escribimos tendemos a terminar lo que hacemos y andar pensando, de manera inmediata, en lo siguiente que escribiremos, como si cualquier cosa que publiquemos no bastara. Hay veces en que sacar un escrito es exorcizar una especie de demonio, queremos deshacernos de él y no verlo más. ¿Es esto algo sano?
La reflexión me cayó como bomba porque me di cuenta de que pocas veces he volteado a ver lo que he logrado con esta cartita que mando semana a semana (no siempre a la misma hora, pero siempre en miércoles).
Hace unos días, mi marido me preguntó: ¿qué haces? Y me sorprendí contestándole: respondiendo cartitas del news. He construido una comunidad (chiquita, pero no diminuta) de personas que cada miércoles se sientan a leer estas cosas que escribo. Algunas veces me contestan con pensamientos, miedos y sueños. Hoy quiero decir que me siento honrada de que tú seas parte de esta comunidad. Especialmente porque estoy segura de que también te has sentido hasta el tope de dudas. Los seres humanos somos así. Más en año nuevo.
Se nos acaba el segundo año de pandemia y, ya que estamos en esta atmósfera diáfana y reflexiva, se valen las confesiones: soy una mujer llena de miedos que cada día se propone saltárselos. Un día me cansé del qué dirán de mis escritos y mejor me puse a mandarlos en cartitas.
Así que he de decir que, apreciando mi 2021, lanzar esta carta semanal y que estés siguiéndola es una cosa inimaginablemente bonita. Gracias por completar este corazón.
¡Por cierto! La más grande novedad para próximas fechas del año venidero es que esto se dejará de llamar El especial de lo inefable porque nadie se acuerda del nombre (aunque puedes leer aquí por qué se llama así) y quiero que sea algo simple y autoexplicativo.
En exclusiva, te tengo dos posibles nombres e invito a que ejerzas tu voto con una simple respuesta a este mail: las opciones son “Cartarina” o “Escríbeme pronto”. ¿Alguna te cae bien?
Sólo te dejo con un recordatorio: ya es el último miércoles de 2021, ¿sabes qué harás con él?
Yo sí: te mando un abrazo escrito.
P.D
Como Facebook prometió desde sus buenos tiempos, este newsletter SIEMPRE será gratis. Pero el trabajo creativo no deja de ser trabajo. Así que te dejo este link por si quieres invitarme un cafecito, con la promesa de un día tomárnoslo en la misma mesa, y animarme a seguir con este proyecto y extenderlo a otros lares.
¡Hasta el próximo miércoles!
¿Es tu primera vez? Te dejo más cartas aquí.
Con cariño libre de virus,
J. McNamara, aka Geeknifer.
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Por favor, no olvides darme tus ideas y opiniones sobre esta carta respondiendo a este mail; también lo puedes reenviar.
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