La fórmula para no repetirse
La Historia es la ficción de nuestras realidades
A diez mil ochocientos kilómetros de la Ciudad de México hay una guerra. Una guerra extraña, enmarcada entre memes y soldados haciendo videos de TikTok. Una guerra que se está tratando de solucionar con sanciones económicas. Una guerra en donde todo el mundo se siente activista y se protesta por redes sociales (si quieres ayudar en serio, te dejo un post que trae una lista de organizaciones que reciben donaciones e ideas para apoyar a Ucrania si no tienes dinero).
Entiendo por qué a muchas personas la Historia (así, con mayúscula) les aburre. Yo creo que se debe a un círculo vicioso de libros de texto que no emocionan a nadie, más una pizca de profesores que exigían aprenderse fechas y decir párrafos como merolico.
La Historia es la narrativa de algo que puede superar sin problemas a la ficción: la realidad. Es el recuento de nuestras épicas, de nuestros propios relatos y cuentos. Está para pensar y no para memorizar.
Estaba reservando este especial porque temía que quedara muy largo (eso pasa cuando un tema me vuelve loca). Te juro que trataré de balancear este recuento y traerte eso que siempre busqué cuando di clases: presentar la realidad como la mejor ficción: con matices para cualquier persona.
¡Antes de que empecemos! Estoy iniciando una dinámica, vamos a ver cómo funciona. Si tienes Telegram (es como WhatsApp, pero más cool), podrás ver contenido adicional periódicamente de este newsletter aquí en tu celular, tablet o computadora. Prometo no hacer spam diario. También lo puedes buscar en Telegram mismo como "Geeknifer".
*Un videojuego 🎮*
Aunque yo sí tuve una buena maestra de Historia en la secundaria, mi cariño por la materia empezó antes. No en un salón de clases, sino en frente de una televisión con un control conectado a una consola.
Ese amor comenzó disfrazándome de asesina para derrotar templarios. Si eres gamer, ya sabes de qué saga hablo: Assassin’s Creed. Sin temor a equivocarme, puedo decir que es la saga de acción donde la Historia es el actor principal. Sus problemáticas surgen porque una corporación descubre que, a través de nuestros genes, podemos acceder a las memorias de nuestros antepasados. Te ahorro los vericuetos detrás, pero los creadores de la saga han recreado Jerusalén, Damasco, París, Florencia, Venecia, Boston, la Nassau de los piratas, Alejandría, Menfis, Atenas, Londres, entre oootras muchas.
Si te gustan los juegos de acción y no lo has jugado, hazlo ahora mismo.
Peeero la verdad quiero recomendar algo más accesible si no eres muy fan de los videojuegos, porque esta cosa genial corre en cualquier plataforma para celular. Se llama Hidden Through Time y es una cosa del estilo ¿Dónde está Wally? (O Waldo, si te tocó la versión estadounidense) pero en forma digital. Tiene varios escenarios históricos (con algunas licencias, como que haya cavernícolas conviviendo con dinosaurios) y la idea es encontrar diferentes personajes y situaciones. Sumamente relajante y entretenido.
Te dejo el link para descargarlo en Steam, iOS y Android.
*Un libro 📖*
Parecía que yo estaba destinada a que me gustaran los polos cuando era más chica: o leía puras cosas llenas de fantasía y magia, o me decantaba por novelas históricas.
Una profesora tuvo a bien regalarme La catedral del mar y fui muy feliz leyendo a Ildefonso Falcones. Además de esta súper obra, mi novela favorita de él es La reina descalza. Su primer libro que no tiene a Barcelona de fondo, sino a Sevilla y a Madrid. También es una donde las personajes principales son mujeres. La primera se llama Caridad, una esclava cubana que, buscando la libertad, llega a costas españolas en 1748. Su destino la lleva a conocer a Milagros, una gitana de Triana.
La novela histórica que más disfruto es la que combina drama, con política y aventuras. En realidad, es el tipo de libro que más disfruto, aquél que me trae un crisol de géneros y estilos. Además, aquí a los personajes no sólo les “pasan” cosas, sino que luchan por aquello que creen justo. Es el superpoder de Falcones, hacer que un par de mujeres (y sus múltiples amantes, amos y enemigos) se nos hagan cercanos, aunque hayan vivido hace casi 300 años.
Todavía más, este escenario no sólo está hecho con párrafos sobre lo que podemos ver, sino también con lo que podemos oler y escuchar. La reina descalza usa zarabandas, cantaores y fandangos; la música le da vida a esta historia que por momentos hace llorar y en otras suspirar. Si eres medio melómano, seguro te gusta.
Y... ¿Qué crees? ¡Este libro también lo puedes comprar de segunda conmigo aquí!
*Una(s) rolita(s) 🎵*
Esos que dicen que el metal es puro ruido es porque: a) no conocen todos sus subgéneros y b) no han oído las letras con detenimiento. Existe un grupo de Power Metal sueco llamado Sabaton y todas sus rolas están empaladas por la Historia.
Hace poquito encontré esta fabulosa línea del tiempo que ubica algunas canciones del grupo con día y mes histórico. Está, por ejemplo, “Primo Victoria” que toma lugar el 6 de junio de 1944, en el día D (cuando los aliados desembarcaron en Normandía y empezó el fin de la Segunda Guerra Mundial). También está “The Lion from the North”, que habla de Gustavo Adolfo II de Suecia y su coronación, ocurrida el 30 de octubre de 1611.
No son los únicos suecos ni el único subgénero que se vale del metal para contar historias que sucedieron (o que son leyendas que tomamos como reales). Therion es de mis grupos favoritos de metal sinfónico. Y, como el nombre del subgénero sugiere, no son una banda normal de rock, sino que han tocado con orquesta incluida. Una de mis canciones preferidas ever es “The Rise of Sodom and Gomorrah” y sí, Therion prefiere los mitos. Porque aunque algunos historiadores deducen que fueron ciudades reales, no se sabe si en la realidad hubo una Sodoma y una Gomorra de verdad. A mi parecer, esta es la mejor versión de la canción, con la banda tocando en Miskolc, Hungría, acompañada por coro y orquesta completa.
También les gustan las cosas ocultistas, como “Uthark Runa”, que hace alusión a una teoría de cómo interpretar runas vikingas que los historiadores desechan como falsa, pero que tiene sus seguidores por ahí.
*Una película 🎥*
Peter Jackson no sólo hace bien películas sobre anillos que se tienen que destruir en volcanes ardientes por un grupo multirracial fantástico... También es bueno haciendo documentales.
En 2018 se cumplieron 100 años de que terminara la Primera Guerra Mundial. De las experiencias que más me han producido piel de gallina en la vida fue un día que salí del metro de Londres y, todavía en la estación, escuché pasos marchando. Supongo que es un sonido que no esperas oír en una noche en el centro de una ciudad europea. Salí por Picadilly Circus y, en la gran pantalla donde normalmente hay algún anuncio espectacular, había una animación con botas marchando. Arriba, nombre, tras nombre, tras nombre. Número, tras número, tras número. Como muchas personas, no podía despegar mi vista de aquel video que traía a quienes habían muerto en semejante guerra.
Creo que para muchos de nosotros, la Gran Guerra se antoja realmente lejana, casi como un mito. La Segunda nos parece peor y más de este tiempo. Jackson le atinó reviviendo lo que pasó: Jamás llegarán a viejos es un documental que empieza en blanco y negro, como todas las viejas filmaciones que conocemos y que aún nos quedan de principios del siglo pasado. Pero de pronto el documental tiene un milagro: vemos a los soldados mirándonos a la cara como si se tratara de una película de Hollywood. El sonido se vuelve real y ya no tenemos que imaginarnos cómo sonaban los zapatos sobre el lodo, ni tampoco cómo sonaban exactamente las bombas.
Este es un trabajo de restauración fabuloso (y triste) que trae a la vida las existencias de miles de personas que, efectivamente, nunca llegarán a viejos, porque se quedaron jóvenes, mirando hacia la cámara, a sabiendas de que, quizá unos minutos después, desparecerían por siempre de la faz de la tierra.
Si tienes acceso a Prime Video, la puedes ver aquí.
*Una serie 🎥*
La tercera mejor serie que vi el año pasado es, sin duda, la que te voy a recomendar acá: The Great. La escribe mi primo, Tony McNamara (pésimos mis chistes, lo sé). Este señor es más famoso por haber ganado un Oscar con The Favourite, pero esta serie (casi) histórica le está saliendo hermosa.
Es el relato, a manera de sátira, de cómo Catalina la Grande llega al poder en Rusia. Me he carcajeado muchísimo con ella. Tiene varios puntos a su favor: el casting es de dioses y me parece que es de esas series que ha sabido manejar el tema de la inclusión para hacer una comedia fuerte con personajes bien construidos.
No es exactamente histórica porque también toma muchísimas licencias, pero presenta los retos que supone el poder a través de la risa. No hay capítulo en que, mediante la sátira, no pienses en qué significa tener el poder y qué se supone que es mejorar a un país.
La puedes ver en Starz, aquí.
*Una minificción 🖋️*
Dejó de contar las horas, porque se habían vuelto días. Tenía el brazo derecho levantado y miraba a su enemigo a los ojos. La tela de su elegante uniforme negro estaba empapada y el frío le cruzaba cada poro de piel, cada gota de agua helada era un cuchillo que se le clavaba rodando.
El saludo del partido era ahora un pretexto para que el enemigo se burlara. En el momento en el que bajara el brazo, habría firmado su sentencia de muerte. Estaba pagando la tortura con tortura.
A unos cuantos metros de él todavía se encontraban los cuerpos famélicos que esperaban llegar al horno. Los enemigos, al verlos, habían decidido golpear a los oficiales. Algunos de sus compañeros murieron cuando sus cráneos fueron aplastados por botas de batalla rusas.
Los ojos castaños del enemigo se clavaron en los verdes que empezaban a ver el mundo borroso. Ya no sentía el brazo y el viento congelaba las gotas de agua helada por debajo de sus ropas. No podía seguir viendo la sonrisa del soldado que todavía se burlaba de él. Con expresión marcial, bajó el brazo.
Se oyeron disparos. Se siguieron oyendo por minutos. Y el corpulento cuerpo blanco fue arrojado encima de los judíos. Ahí sólo hubo lugar para la muerte.
*Una reflexión 💭*
Alex Hook (Anatoly Stefan), un soldado ucraniano, le graba videos en TikTok a su hija para avisarle que sigue bien
El problema de estudiar Historia es que tiene un montón de lugares comunes. Ya sabes, el clásico “El que no conoce su historia está condenado a repetirla”. ¿No es esto una falacia? Yo creo que muchas de las personas involucradas en el conflicto bélico que está pasando en frente de nuestros ojos claro que sabe de guerras pasadas.
¿Por qué repetir algo que ya sabemos que siempre termina mal, en desgracia y horror? Misterio humano.
Inicié enamorándome de la Historia, pero luego me puse a preguntar por qué y acabé encantada con la Filosofía. Porque la sucesión de un hecho tras otro no explica gran cosa de la condición humana si no pensamos en cómo saldremos de esta.
¿Qué ganamos con volver a embarcarnos en una guerra? Nada. Pero tampoco ganamos tuiteando sin sentido sobre ella. No ganamos si vemos esta situación lejana. Mucho menos ganamos si distribuimos información falsa.
Es cierto que de este lado del charco, en México al menos, tenemos muchos problemas de los que preocuparnos. Vemos con horror lo que pasa en Ucrania cuando en estos días ha habido multiejecuciones en Michoacán. Las guerras no están tan lejos, a veces hasta se viven dentro de nosotros. Esta carta no está propuesta para echarle porras a un bando o promover una ideología (si quieres discutir de política, siempre prefiero hacerlo con cerveza en mano), sino para que pienses conmigo en por qué seguimos sacando lo peor de nosotros.
Todavía no tengo la respuesta.
Lo que sí puedo decir es que la Historia es divertida porque relata aquello que nos importó en un espacio de tiempo. Entendiendo el pasado nos entendemos mejor. No se trata de quedarnos ahí, sino en robar lo mejor para la vida común que seguramente tú y yo llevamos. Pero incluso en las vidas normales hay espacio para hacer cosas épicas y defender lo que creemos justo.
P.D
Como Facebook prometió desde sus buenos tiempos, este newsletter SIEMPRE será gratis. Pero el trabajo creativo no deja de ser trabajo. Así que te dejo este link por si quieres invitarme un cafecito, con la promesa de un día tomárnoslo en la misma mesa, y animarme a seguir con este proyecto y extenderlo a otros lares.
¡Hasta el próximo pinche miércoles!
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Con cariño libre de virus,
J. McNamara, aka Geeknifer.
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