Habemus elecciones
Una vez más nos enfrentamos al quiebre generacional, a candidatos incompetentes y a la falta de diálogo. ¡Pero hey! Tenemos derecho a votar y hay que ejercerlo.
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Ya casi nunca escribo de política. Hubo una temporada de mi vida en la que lo hacía muy seguido. Una de mis grandes amigas y yo nos peleábamos a muerte. Y aunque nunca nos pusimos del todo de acuerdo, disfrutábamos la discusión y abríamos la mente. Podíamos ceder en ciertos puntos de vista: construir puentes.
En México tenemos tres candidatos de los cuales escoger y ni a cual irle. No me veo votando por ninguno de los tres y eso implica un verdadero problema. Te juro que tendré que hacer acopio de toda mi fuerza de voluntad para salir el domingo a votar. Lo único que me insta a hacerlo es que mucha gente se la rifó para tener el derecho a que tuviéramos una democracia.
Pero para aligerarte la semana electoral, traigo un libro 📕, una recomendación 💡, una rolita 🎶, un cuento 🖋️ y una reflexión.
Un libro 📕
¿Y si nos comiéramos el país a cachitos? Así se siente leer Perras de reserva, de Dahlia de la Cerda. Una compilación de historias de mujeres que viven diferentes realidades mexicanas.
Al principio, sentí que algunos cuentos estaban medio flojones. Pero mientras fui avanzando, encontré personajes memorables que, además, están relacionados entre sí (por eso la portada tiene tanto sentido). Hay historias de narcotraficantes, asesinas, víctimas y hasta brujas.
Son 13 cuentos y te prometo que disfrutarás al menos la mitad. Lo puedes conseguir baras baras a través de este enlace.
Una recomendación 💡
Revisar encuesta por encuesta para saber cómo van los candidatos es una cosa de flojera absoluta.
Peeero resúltase ser que la revista Expansión tiene una encuesta de encuestas que hace el paro. Creo que es uno de los ejercicios más completos de medios mexicanos en este sentido.
Puedes ver cómo van los punteros a la presidencial, CDMX, Jalisco, Guanajuato y Puebla. También conocer la metodología. Sólo quedan un par de días para que estos datos cambien, hasta la veda electoral.
La puedes revisar a través de este enlace.
Un video 🎞️
¿Tú tampoco sabes qué diablos son los plurinominales? Quítate de las dudas en minuto y medio con este video.
Sólo te digo que, aunque nosotros no escogemos la lista, nuestro voto por los partidos sí cuenta para darle cabida a estas personas en el congreso. Así que fíjate bien en el partido al que le das tu voto si está en alguna coalición.
Una rolita (de una serie) 🎶
Hacemos pausa de la política para temas más relajados. Hoy me pasó algo increíble que me recuerda que tengo que poner más atención a la música que escucho. Para mí es muy común estar oyendo música en cualquiera de mis plataformas de uso común, les doy like y se acabó. Muchas veces veo más información del artista, pero no siempre estudio cómo se ve el intérprete.
Total que en mi playlist apareció una canción que me latió, le di like y me fijé que el autor era Matt Berry. He guardado sus canciones muchísimas veces. Pero por primera vez vi su carita con detenimiento. Y fue de: “Un momento…”
¡Llevo viendo a Matt Berry POR MESES y riéndome de él!
Y aquí entra un poco de contexto.
Una de mis películas favoritas es la comedia What We Do In The Shadows (Entrevista con unos vampiros, le pusieron en México), dirigida por Taika Waititi (Jojo Rabbit, Thor: Ragnarok). Se trata de un falso documental que sigue la vida de tres vampiros. Bueno, pues la película tuvo suficiente éxito como para que deviniera en una serie de televisión que puedes ver en Star+.
Uno de los actores de la serie es Matt Berry, que le hace de artista inglés medio bohemio y con serios problemas de ninfomanía.
Y nada, compruebo que es bonito que haya genios por ahí. Berry suele hacer rock mezclando algo de psicodelia y algo de progresivo. Te dejo la última rolita a la que le di like.
Un cuento 🖋️
Los moderadores abandonaron la sala y sólo quedaron los tres candidatos a la presidencia. Claudia Sheinbaum terminaba de acomodar sus carteles por orden alfabético; era incapaz de sonreír, pero sí que lo hacía por dentro; se sentía segura de haber ganado el debate. Mientras, Xóchitl Gálvez estaba cruzada de brazos, rememorando en qué momento pudo haber atacado mejor. “Lo del cartel de Pinocho estuvo buenísimo, ahora sí me rayé”, pensó cuando decidió caminar a la salida. Finalmente, Máynez había tirado sus notas y estaba en cuatro recogiéndolas.
El microsismo en Tlatelolco los tomó desprevenidos. Para cuando Sheinbaum alzó la cabeza hacia la puerta, esta se había derrumbado frente a Xóchitl. No tardó en que todo el plafón les cayera a los tres candidatos encima. Máynez ni se enteró. Seguía debajo de la mesa.
–¿Qué chingados? –preguntó Xóchitl al abrir los ojos llenos de arena.
Ante sí, pasando la playa, había un gran monte con escaleras en espiral alrededor. Junto a ella ya se estaban despertando Máynez y Sheinbaum, quien rápidamente se sentó y se quitó la arena.
–¿Qué es eso? –preguntó Máynez. –¿Dónde estamos?
–Es el purgatorio de Dante –respondió Sheinbaum como si nada.
–¡Ja! ¡La que no creía en Dios! –se burló Xóchitl.
–Esto no prueba que exista Dios. Tal vez estamos en una alucinación colectiva.
–¡Carajo! ¿No puedes admitir tus errores ni una vez? –le reclamó Gálvez.
Sheinbaum optó por no mirarla.
–¿Les parece que subamos? –preguntó Máynez poniéndose de pie. –Se ven pajaritos arriba.
–Busquemos un guía, mejor –propuso Sheinbaum.
–¡Están locos si creen que voy a subir a lo menso! Hay que buscar víveres primero –dijo Xóchitl.
Un anciano, vestido con una toga blanca, se les acercó en silencio.
–Señor, ¿sabrá cómo llegar a la cima? –le preguntó Máynez.
–¿No necesita que le ayudemos? –preguntó Sheinbaum.
–¡Tu necedad con ayudar a lo güey hasta en mejor vida! –le recriminó Xóchitl. –Señor, ¿no sabe cómo sobrevivir por acá?
–Lo lógico es subir las escaleras. Si esto es el purgatorio, pues obvio el cielo es mejor –dijo Máynez encogiendo los hombros.
–Ay, Máynez, no seas infantil –dijo Sheinbaum.
–¡La infantil eres tú, urraca! –le gritó Xóchitl.
–¡Ya dejen de pelearse! –reviró Máynez.
No sirvió de nada. Xóchitl Gálvez le jaló la coleta a Claudia Sheinbaum. Claudia Sheinbaum se hizo hacia atrás y jaló a Máynez para usarlo de escudo humano. Pronto, estaban los tres revolcándose en la arena.
–Lo he decidido. Los tres merecen el infierno –dijo el anciano de toga.
Catón el (ahora no tan) Joven chasqueó los dedos. Y México se quedó sin candidatos.
Una reflexión 💭
¿Será la edad o las circunstancias lo que me hacen estar bastante desanimada respecto a la política?
Mi generación fue la creadora de #YoSoy132. Todavía recuerdo que había ánimo para sacar al PRI. Para que los votos dejaran de venderse y las televisoras dejaran de afectar el voto mexicano.
¿Y luego qué pasó? Que ganó el PRI. Hoy hasta esos tiempos se me antojan mejores respecto a la pluralidad de ideas. Al menos estábamos de acuerdo con que el PRI era una porquería y con que Enrique Peña Nieto era un idiota.
No puedo creer que extraño los tiempos en que el presidente hacía estupideces y nos daban risa.
Hoy al parecer sólo puedes odiar o amar al presidente mexicano. Y eso se nota en las discusiones que puedes establecer con alguien. Hoy hay bandos, no puntos de vista. Sobre todo si se tratan de establecer conversaciones intergeneracionales.
Algo que me ha gustado de este proceso de campañas (quizá lo único) es que mi grupo de amigos y yo hemos vuelto a discutir de política. He de decir que me junto con gente chida porque podemos platicar, disentir y compartir ideas. Ya sabes, como se supondría que puede pasar.
Ojalá que tú también puedas hacer lo mismo. ¡No olvides salir a votar!
Un meme (para adultos) 👾
¿Es tu primera vez? Te dejo más cartas aquí.
Con cariño libre de virus,
J. McNamara, aka Geeknifer.
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