El poder de estar en dos lugares a la vez

Ten tecnofilia con los tecnofóbicos. Ten tecnofobia con los tecnofílicos.

Esa frase me la dijo un graaan profesor, que me dio un primer acercamiento a las Humanidades digitales (sí, sí, eso existe). Me gusta repetirla en mi fuero interno dependiendo de la situación. Desconfío de los que rechazan la tecnología por completo (y no me refiero a la falta de un teléfono inteligente). Pero hoy, hoy seré un poquito tecnófoba. Me explico.

Otra graaan profesora francesa (pupila de Foucault y Deleuze, nada más y nada menos) en una clase explicó: "Nuestro problema es que tenemos una disociación espaciotemporal. Vivimos un presente imaginando o estando en otro".

Y sí: más en esta época de pandemia. Hoy somos la especie que puede estar “conectada” en una junta y estar jugando en el celular mientras tanto. Somos los que comen con otras personas, pero viendo redes sociales de reojo. A veces, hasta somos los que a mitad de reuniones familiares o de amigos sacamos audífonos porque “tenemos una reunión” a la que hay que asistir de manera virtual. 

Es como si viviéramos a la mitad. Así que, por un ratito, unos cuantos minutos, te invito a que sólo leas y no hagas nada más. Vamos con lo de hoy.
 

*Un videojuego 🎮*

La persona que diga que no le da miedo envejecer tiene altas posibilidades de estar mintiendo. Y cómo no. La vejez implica estar no sólo más cerca de la muerte, sino que aumenten nuestras probabilidades de sufrir algún impedimento para estar al cien de salud.
 

Ahora, también es una realidad que llegar a la tercera edad implica ciertas cosas para ponerse a pensar. ¿Estaré ahorrando lo suficiente en mi presente como para tener paz en ese futuro? ¿Me arrepentiré de alguna cosa en ese momento? ¿Habrá valido la pena todo?

Este videojuego explora la idea de qué sucede cuando una persona no tomó siempre las decisiones más adecuadas. Old Man’s Journey es un viaje por la vida de un hombre enamorado del mar y, en buena parte, es también una historia de redención. 

La jugabilidad es muy simple, básicamente hay que “mover” el entorno para que el personaje principal pueda recorrer lugares que le llevarán a tener recuerdos con los cuales nosotros podremos entretejer su historia. Una que habla de las pasiones propias y de la vida en familia.

Sí, lloré con el final. La historia es de verdad preciosa. Está para varias plataformas: Nintendo Switch, PlayStation 4, Xbox One y Steam.

*Un podcast 🎙️*

Mucha gente cree que hoy estar informado es lo más fácil del mundo. Pero yo no lo creo. Al revés, tenemos tanta información que eso de vivir en el presente no es cosa sencilla. Elegir la mejor opción entre tanto producto basura —o aburridísimo— es espantoso. Te lo dice alguien que es muy fan de los periódicos y de los medios de comunicación. Al fin y al cabo, ahí crecí profesionalmente.

En fin, si tienes Spotify seguramente te has metido a tu “Ruta Diaria” e, invariablemente, El café de la mañana de Reforma está hasta arriba, especialmente porque es una colaboración entre dicho periódico y Spotify. Pero aquí va mi opinión impopular: la mera verdad, el programa no siempre es bueno. Se centran en un solo tema y esto no siempre es fabuloso. Ah, y Paulina Chavira es de esos entes que no sé si me caen bien o mal. A veces creo que podríamos ser amiguísimas y otras veces nada más no.

Soooo…. Llevo ya varias semanas escuchando el Daily de Expansión y creo que han dado en el megaclavo para presentar las notas más importantes del día de una manera divertida. Los conductores son Javier Garza y Maca Carriedo. 

Al principio estaba medio incrédula por escuchar este experimento que junta, como ellos mismos dicen, a un Gen X con una millennial. A un periodista con una figura pública que salía en el programa Hoy —"¿Cómo va a dar las noticias ella?", me preguntaba. Tras varias semanas escuchándolo, hoy puedo decirte: mis respetos para Maca Carriedo porque no hay día en que no me saque una carcajada. Es bastante sarcástica y habla de las noticias de manera relajada pero inteligente. 

El secreto del programa es el balance que existe. El poder de la radio (y de los podcasts) es que, en ocasiones, me siento en esa misma cabina con Maca refutando los comentarios más acompasados del señor Garza. 

Así que, si quieres dedicarle 19 minutos bien invertidos a tener información, escucha el capítulo de hoy aquí.
 

*Una rolita 🎵*

No sé por qué se me ocurrió pensar en estos días en los discos que oía en mi adolescencia. Cuando tenía 14 años me compré el CD de una película que, en realidad, no tiene muchos méritos —salvo dos—: Hugh Jackman sin playera y una banda sonora espectacular.

John Powell le compuso a X-Men: The Last Stand un soundtrack astro increíble y, aunque Spotify no lo tiene completo, sí que tiene una grabación del conductor uruguayo José Serebrier dirigiendo el tema final de la película con orquesta en vivo.
 
Si tienen tiempo para algo épico, se los dejo acá. 
 

*Una minificción 🖋️*

In nomine Dei nostri, Satanas Luciferi Excelsi.
El aquelarre había empezado.
Las velas negras formaban un pentagrama y, en medio, había una pira que crecía a cada latido de las asistentes.
Las mujeres, desnudas, se arrodillaron alrededor del fuego y murmuraron frases en latín.
Su aullido fue creciendo, como cuando el viento se prepara para tener tormenta.
Luego, un destello: un relámpago que cayó en medio de ellas y que las dejó ciegas.
Recuperaban la vista esperando al ser más maligno de todos. 
Se imaginaban el encuentro con su Señor. El Rey de las Tinieblas.
Se imaginaban que diría profecías.
Y que luego tendrían orgía.
Una gritó:
—¡Ave, Satanas!
Pero la cortina de humo se disipó y, ante sus ojos, en medio del pentagrama no apareció Lucifer.
Al menos, no exactamente.
Era un gato negro.
Más bien, una gatita negra, lamiéndose una pata.
Las mujeres ladearon la cabeza, confundidas. Decepcionadas.
—¡Un michi! —gritó la más joven. Se dirigió al centro y tomó a la gatita, que le lamió la nariz.
Todas la vieron, incrédulas.
La bruja se tapó con su manta, que había dejado fuera del pentagrama y, antes de que sus compañeras pudieran hacer algo, se llevó otra más con la que arropó a la gatita de ojos dorados.
Salió corriendo en la oscuridad.
Sólo ella tuvo su perfecto Halloween.
Su propio dulce de Samhain.
 

*Una reflexión 💭*

En este momento, “estar presentes” es una frase que tiene más sentido que nunca. Tendemos a pensar mucho en el pasado o en el futuro, que ya es un problema para vivir en paz. A eso, hay que sumarle que la tecnología nos lleva a pensar con más ahínco en el presente alternativo que no tenemos. 

Hay veces en que sí tenemos una disociación espaciotemporal, como si lo que experimentamos en un momento dado no alcanzara, o como si quisiéramos estar en todos lados a la vez. La mala noticia es que no podemos hacer eso. La buena es que sí podemos estar bien en un solo lado.

Estoy convencida de que, especialmente las personas que están a nuestro alrededor, merecen que estemos ahí. Nosotros merecemos estar también.

Aunque me encantan las redes sociales, y la tecnología en general, es bastante común que los fines de semana deje mi celular botado por ahí y me desenchufe de la conexión remota con todo mundo. Es una práctica que te puedo recomendar.

Sé que hoy es día laboral porque #miércoles, pero sí puedes practicar cuando hables con los tuyos. Concéntrate en vivir, ya no un día a la vez, sino un momento a la vez. Hoy estás a salvo, leyendo y con todo un día por delante. Espero que tengas un miércoles asombroso.
  P.D 
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¡Hasta el próximo pinche miércoles!
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Con cariño libre de virus,
J. McNamara, aka Geeknifer.
 

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