El amor es una lista de reproducción

Me levanto Y nada me desanima

Una banda llamada Van Halen

La paz se puede encontrar en lugares raros. Algunos la encuentran en Bolivia (dirían los cómicos Les Luthiers), yo la hallo en el rock 'n roll. Cuando de verdad quiero relajarme pongo una lista de reproducción llamada mood: wrath que contiene mis canciones favoritas de metal.
 

Estoy convencida de que estamos cincelados por el arte que consumimos. Eso incluye las películas que vimos de niños, los videojuegos que pasamos y, claro, la música que nos llega por los oídos.

Yo te puedo confesar que, aunque mucha gente ni se lo imagine, el rock y el metal me hacen lo que soy. Sí, oigo desde salsa hasta jazz, pasando por música clásica y electro, pero para mí el rock tiene algo íntimo, una especie de inspiración para llegar a donde sea. A veces, a lugares medio siniestros que tienes que conocer para disfrutar de parajes más bellos.
 

Ese par de géneros fueron mis cómplices en esta etapa pseudo rebelde adolescente. Mi gran disputa con la religión tenía guitarras eléctricas de fondo. Mi interés por aprender alemán nació en una canción de folk metal llamada "Erdbeermund" ("boca de fresa" —tenía 14 años, era cursi de clóset—) y creció con otra de metal gótico de nombre "Schwarzer Schmetterling" ("la mariposa negra" —y Schmetterling sigue siendo mi palabra favorita en alemán—).

Vamos a lo de hoy en lo que me acuerdo que tengo el borrador de una tesis y ganas de aprender noruego gracias a "Sorgens Kammer - Del II" (no la recomiendo si estás leyendo esta carta de noche, no me hago responsable por cosas que se te puedan aparecer).
 

*Un libro 📖*

Vives en las cintas que me grabaste (Love Is a Mix Tape)
 

Estoy casi segura de que podrías acordarte de tus más grandes amores sólo a partir de canciones. Con esa premisa en mente, te recomiendo este genial libro.

Rob Sheffield es un periodista dedicado exclusivamente a escribir sobre música, tiene una columna en la revista Rolling Stone y el hombre, podrán imaginar, sabe tooodo sobre rock 'n roll.
 

La cosa es que su primer libro no es un documento sobre alguna banda o género, ni es una colección de sus mejores columnas. Su primer libro es un relato autobiográfico sobre su esposa, quien murió muy joven, sin despedirse, sin ninguna señal previa, de un derrame cerebral.
 

Rob se quedó con un montón de cajas que contenían cassettes. Para los millennials más jóvenes y los centennials probablemente estos objetos son reliquias estrafalarias. Pero hubo una época en la que la gente grababa y regrababa canciones en estas cintas.
 

La esposa de Rob era una curadora genuinamente buena de listas de reproducción pequeñas, lo que podía admitir un cassette. La historia de Vives en las cintas que me grabaste es una de amor y de cómo la vida se puede tejer a partir del sonido.
 

Este libro es una exploración de cómo la música puede formar nuestros recuerdos, atravesar duelos y homenajear al amor. Cada capítulo empieza con la playlist de alguna de estas cintas y es imperdible escuchar las canciones conforme leemos. Todas las canciones del libro las puedes encontrar, convenientemente, aquí. 

Es complicado encontrarlo en español en la actualidad(lo distribuye la editorial Blackie Books) pero te dejo la liga para conseguirlo por Amazon en inglés sin inconvenientes.
 

*Una película 🎥*

Si tuviera que hablar de algo durante horas, elegiría uno de los géneros musicales más incomprendidos del planeta tierra, del que ya empecé a hablar antes: el heavy metal. 

Cuando oímos la palabra “metal” en el contexto musical, seguramente pensamos en personajes de melena larga, en cuernos, en violencia... hasta en ruido, quizá. La realidad es que hay más metaleros allá afuera de los que pensamos. Unos son muy cristianos. Otros se visten de colores pastel. Y otros escribimos newsletters los miércoles.

Metal: A Headbanger’s Journey es el recorrido de un antropólogo aficionado al metal tratando de comprender la cultura que rodea a este género. Es bastante completo, porque habla de los fans, de los mitos sobre la agresividad de la música, de las mujeres en la escena y tiene entrevistas con grandes figuras de la industria e intérpretes icónicos. Nada como la anécdota de cómo Dee Snider, de Twisted Sister (mejor conocidos en Latinoamérica por su gran éxito "huevos con aceite... y limón"), se peleó con la esposa del político Al Gore, por ejemplo.

Si bien conseguir el documental en Amazon es buena idea, también hay una playlist de video con el mismo (no con tan buena calidad) dividido en secciones, así que si tienes particular interés en saber cómo funciona la rebeldía, la violencia, o hasta el satanismo (mi tema favorito) en el género, date una vuelta por esta lista de reproducción de YouTube.
 

*Un cuento🖋️*

Este cuento, con una pizca de ciencia ficción, tiene truco: para disfrutarlo al máximo, hay que reproducir la canción de cada una de las ligas en el momento que aparecen en el texto (las encuentras también en esta lista de reproducción), creéme, el cuento está diseñado para eso. No olvides decirme si te gustó.

Salió de su casa en los suburbios y comenzó a correr: su mano derecha tocó los lentes de sol. 

Buen día. Son las 09:00 horas.

La temperatura es de 295 grados, usted está protegido.

Permítame reproducir algo acorde al momento: Timeless, de Sergio Mendes e India.Arie

En su agenda hay un evento muy especial: “Volar”. ¡Felicidades! ¿Celebramos?
 

Camina, trota, corre. Respira rítmicamente, sus piernas se mueven igual de bien que las originales, hasta mejor. Saluda a Óscar, que ha salido a pasear en un carrito de supermercado. Pasa tres calles, da una vuelta completa sobre sí en la esquina y chasquea los dedos. 
 

En seguida, las noticias de hoy en sus categorías favoritas.

Internacional: legalizan sexo orgiástico público en los Países Altos. De acuerdo con el Presidente de la Cámara Media de ese país, la inclusión social sigue siendo la principal política y los parques tendrán espacios diseñados para concertar citas sexuales grupales. El incesto no forma parte de la nueva ley, pero se prevé discutirlo en la siguiente…
 

Chasquea los dedos de la mano derecha y mueve el brazo hacia afuera.
 

Deportes: Prevén mal tiempo para el Super Bowl CCCXLIX. Los Bills de Buffalo se enfrentarán a los Potros de Indianápolis en un encuentro épico en Kazajstán debido a las restricciones de armamento…
 

Otro chasquido.
 

Nacional: ciudadanos electos deciden promover la anarquía. Los candidatos independientes que tomaron posesión este año preparan ya un plan a ser presentado en el Poder Legislativo para abolir cualquier programa de Estado. “Ningún sistema. Es consciencia” es el lema de la mayoría anarquista. En entrevista…
 

Doble chasquido. La voz guarda silencio. Toma la avenida principal y una multitud se le adelanta. Todos visten el mismo color: verde viridiano. Sonríe y corre. El punto bermellón sortea los cuerpos: ancianos, niños, hombres y mujeres. Los huele y se frota contra ellos. Se excita. Va más rápido. Llega al malecón y se detiene en seco. Las vacaciones instan a la gente a disfrutar el mar. Vacaciones eternas: presentó su renuncia la semana pasada, trabajaba como modelo de Coca-Cola. Chasquido con la izquierda y luego con la derecha. 
 

La temperatura del agua es excelente. Le recomiendo que vaya. Competimos una última vez, ¿por favor? Permítame adelantar la playlist: Lamento (No Morro) – Maogani Quartet
 

Saca la lengua. Los lentes de sol se hacen goggles. Se lanza a la arena ardiente, sus pies apenas tocan el suelo. La gente, con las chamarras puestas, se broncea sobre camastros. Algunas familias traen a sus sirvientes, que les ofrecen bebidas frías, otros recargan la batería con luz solar. Es interminable la fila para conseguir pulpos personalizados con correa. No voltea a ver nada más que el mar que se extiende, azul artificial. Se desnuda y deja que el agua, entre dulce y salada, acaricie su cuerpo. Las olas acompañan sus brazadas. Más rápido. Piernas poderosas. A la distancia, ¡al fin!, un tiburón. 
 

Cronómetro en ceros. Fijando objetivo. Atunes a dos kilómetros. 
 

El pasatiempo de su pareja es pescar avestruces modificadas genéticamente. El suyo es competir contra tiburones, porque los delfines son más veloces. Sus piernas son mejores que las del promedio, pero no mágicas. Va tan rápido que se toma la libertad de rozar, por debajo, el vientre del animal contra el que compite. Tras llegar primero a los atunes, saca la cabeza del agua, se acomoda el cabello detrás de las orejas y ve la quietud del mar colorado. Algunos barcos de vapor pasan cerca, los turistas saludan: lo antiguo es lo de hoy. Flota y ve el cielo: el ayuntamiento hace obras para reparar las fugas de aire limpio. 
 

Está recibiendo una llamada. ¿La tomo?
 

La punta de su lengua toca su nariz y empieza a hablar: Amor, ¿cómo están los niños? “Se lo están tomando muy bien. Saben que es tu decisión. Aunque eso de no despedirse no los tiene contentos”. Un día comprenderán que esto es algo personal. No deben juzgar lo que no entienden. “No sé muy bien qué voy a hacer” Ya te lo he dicho: tú eres joven, busca una nueva vida. Si quieres deshacerte de los niños, adelante. Pero que sean felices donde los dejes. Ya no son tan chicos. “¿Me puedes mandar un beso?” Odio esas cosas. Sólo por tratarse de este día. Va. Un beso. Dos, para los ánimos.
 

Vuelve a tocar la punta de su nariz. Han sido tres largas vidas. En una fue mujer, en otra hombre y ahora no tiene sexo. A partir de eso, excitarse es más complejo, el agua tiene otro significado, es como un gran juguete sexual que pincha el órgano más grande que tiene: la piel. Truena los labios.
 

Redes sociales disponibles. 
 

Pasa las fotos con su mirada hacia la derecha.
 

Álbum “La primera vez” elegido. Qué lindas las fotos. Era muy guapa. “La segunda vuelta”. No era usted mi tipo, pero tenía unos hijos pre-cio-sos. Y ahora, todos mueren por alguien como usted. ¿Quiere que ponga un último mensaje en Lifewall? Hay muchas felicitaciones por su gran día. Casi tantas como en su cumpleaños. Pongo un mensaje: “Hoy es mi día. Hora de volar. Después de tres periodos de existencia, he decidido descansar.” ¿Le parece que quede así? Más una selfie, su mejor sonrisa. Eso: perfecto.  
 

Truena los labios de nuevo y se cierran las redes. Está a punto de dormir sobre el agua cuando los lentes hablan de nuevo.
 

Aviso de último momento del Control para la Seguridad Ciudadana: se les solicita a los bañistas abandonar la playa para drenar el mar. En las próximas horas será renovado con agua tratada. 

Para salir de aquí: Waters of March - Ledisi
 

Vuelve a nadar, prueba el agua, por momentos salada, otros muy dulce. Lo siente en sus labios. Se hunde para ver los peces, que en unos minutos, junto con los corales, serán reemplazados. En unos segundos está sin ropa pisando la arena y luego trotando, sin perder el ritmo. A sus espaldas el mar se cuela, queda un gran agujero seco. En la calle principal ve cómo los que antes se bronceaban lucen su mejor color debajo de las chamarras. Jóvenes andan en viejas patinetas flotantes. Niños compran helado de maíz.
 

Sigue derecho por la vereda. El pasto fuera de las casas cambia de color. Rojo, morado, azul y verde. Corre. Sus piernas son una bendición. La primera vez que vivió las perdió por diabetes. En la operación de edad y cambio de sexo quedó con la prótesis.
 

Ha llegado al lugar donde creció, donde fue una niña que aún conoció los columpios; ahora sólo visibles en los museos. Hay gente nueva y familias renovadas. Por un instante, duda. ¿Y si volviera a empezar? Tal vez con cola de sirena para nadar diario. Más vidas, más profesiones, más familia. Desecha la idea y piensa en sus tres “yo”, en cada día que gastó, en sus diversas identidades. Al final, el tiempo pesa: otros que quiso también volaron. Después de casi tres siglos ninguna respuesta llegó: sólo queda aferrarse a la esperanza en otra cosa fuera de este mundo. Creer en algo ¿metafísico? que vaya más allá de los estándares de calidad de vida. Aunque, de todos modos, si no hay nada queda el consuelo de librarse del hartazgo. Del tedio de existir. 
 

La gente en la banqueta se quita el sombrero para saludar. A veces da un apretón de manos a algún conocido que pregunta por su desnudez. Pero no reclaman, tiene un cuerpo perfecto: 25 años y sin sexo.
 

¿Quiere pasar por ropa? Sólo tomaría cinco minutos.
 

A toda costa debe evitar a la familia. Es su única condición. Cada quien tiene este episodio a la edad que quiera y de la manera que le parezca más apropiada. Empieza a oscurecer, las estrellas se encienden. Se acerca al límite de la ciudad, al despeñadero. El sentimiento de lo desconocido se apodera de su cuerpo. Tiembla y el sudor le recorre el cuerpo. Corre, corre, corre.
 

La gente se prepara para escribir el punto final. Cientos de personas juntas, abrazadas, riendo y llorando; no hay edades o perfiles excluidos, muchas embarazadas y niños. Pero ya: 300 años son suficientes. No hay quien le llore, pero no quiere más entrometidos. Sólo busca la soledad, para eso es su vuelo. Para ser un ave solitaria, sólo por un instante.
 

Mas que Nada – Black Eyed Peas. Llegó la hora.
 

No titubea, sino que apresura el paso. Desatiende a los niños despidiéndose de sus padres, a los ancianos solitarios que ven hacia abajo y a los empresarios y políticos adinerados que hasta llevan cámaras. Llega a la punta del acantilado y se lanza al barranco. Cierra los ojos e imagina cómo se sintió el primer humano que puso fin a su vida de esa manera en ese lugar. Ahora es sagrado, pero es más que algo espiritual: es la alegría de hacer algo que de verdad duele. Vuelve a abrir los ojos y se siente como un pájaro. Ha decidido palpar el fin.
 

Respetable decisión.
 

*Una reflexión 💭*

Mi día cualquiera, sin sentido alguno.

Durante las vacaciones oí muchísima música latina. Agradecida estoy con las estaciones de radio de Florida que con Juan Luis Guerra le pusieron algo de saborcito a mis días.

Creo que parte de lo que nos mueve como personas es la música en cualquiera de sus variantes.

Sí, el amor es una lista de reproducción, pero también nuestras vidas lo son. ¿Acaso no podrías contar tu vida a partir de una gran lista de canciones?

Estoy segura de que podría dedicarle un párrafo a cada uno de mis “likes” de Spotify. Esto no lo digo para presumir. Odio que ahora la plataforma esa parece que nos pone a competir cada fin de año por ver quién es el más obsesivo a la hora de escuchar música, en vez de sólo disfrutarla.

Da igual si escuchas la misma canción en repeat todos los días por unos minutos. Lo importante reside en que, como está escrito en el espíritu del rock, la música nos da libertad. Nos da un respiro, nos hace poner sin palabras lo que en realidad queremos expresar. Como dice una de mis pen-pals: La música no miente. 

En eso reside la belleza de lo que escuchamos, ahí hay una parte de nosotros. Que no se nos olvide cuando perdamos el camino, especialmente ahora, a mitad de semana.

P.D 
Como Facebook prometió desde sus buenos tiempos, este newsletter SIEMPRE será gratis. Pero el trabajo creativo no deja de ser trabajo. Así que te dejo este link por si quieres invitarme un cafecito, con la promesa de un día tomárnoslo en la misma mesa, y animarme a seguir con este proyecto y extenderlo a otros lares. 

¡Hasta el próximo pinche miércoles!
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Con cariño libre de virus,
J. McNamara, aka Geeknifer.
 

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