¡Estás despedida!
Se dice que Dios le da sus batallas a los mejores guerreros. Pero a veces se pasa, ¿no?
¿No tienes tiempo de leer? Escucha con el botón de arriba 👆🏼 (hoy tenemos algo de barullo atrás)
El domingo 25 de septiembre inició mi camino en los 30. Lo cual suponía cierta crisis de la que ya te platiqué.
Lo que no tenía en el panorama era que habría un combo de crisis. Te había comentado en mi carta pasada que el miércoles viajaría a Europa. La idea era trabajar desde allí durante dos semanas. Pero no contaba con que fuera convocada a una videollamada misteriosa el viernes por la mañana. Todo mi equipo fue citado a esa reunión.
Palabras más, palabras menos, fui víctima de un mega recorte. La baja fue inmediata. Es decir, después de esa videollamada ya no pude comunicarme con mis colegas por vías internas y la computadora del trabajo quedó inservible.
Estuve en shock. Lloré un poquito. Me enojé otro poco. Y luego, pensé que tenía un problema.
Mi cerebro es casi como una máquina que procesa diagramas de flujo cuando hay uno. ¿Hay un problema? Sí. ¿Cuál? Me quedé sin empleo. ¿Tiene solución? Posiblemente. Así que lo primero que hice fue poner en mi perfil de Linkedin que estoy abierta a contrataciones. Y, afortunada yo, me han llegado varias posibilidades para trabajar. Veremos qué se concreta.
Pero además de eso, mucho no se podía hacer. El diagrama de flujo tiene un fin y es cuando entra más el corazón que la cabeza.
Es lo que pasa cuando hay una dificultad cargada de impotencia. En este punto hay gente que se frustra, hay personas que lloran y estamos las que sólo podemos encogernos de hombros y vivir. Porque el lado amable era que tenía ya dos semanas de vacaciones (forzadas) pero en un lugar increíble.
Así que te empiezo a escribir desde la tierra del Oktoberfest.
Un libro 📕
Son raros los casos en los que uno conoce primero al escritor/a que a la obra. Como consumidora de libros, casi siempre me funciona en sentido contrario. Primero oigo hablar de un volumen y luego investigo exactamente quién lo escribió.
Pero con Antonio Ortuño me pasó al revés. Un día vi un tuit fabuloso que me pareció inteligente e hilarante. No era este, pero el tono se le parece:
Y de ahí, le di chance con Recursos Humanos. Un libro que en este momento de mi vida tiene todo el sentido del mundo, porque son las divagaciones internas de un godín llamado Gabriel Lynch. La oficina lo ha vuelto un ser cargado de odio y tiene planes para ejercerlo.
Me agrada que el libro no busca ser otra cosa más que una lectura entretenida. En mi experiencia, esas lecturas que no tienen pretensiones, son las que más te revuelven los sesos y le dan vueltas al corazón.
Porque, sin lugar a dudas, a pesar de que en este momento no tengo un empleo fijo, no me veo yendo a la oficina diario a Santa Fe a convertirme en godínez. Y eso también da la literatura: la posibilidad de replantearse en otro contexto, de imaginar posibilidades e, incluso, de tomar decisiones.
Antonio acaba de publicar otra novela en donde aborda el metal y la amistad, que probablemente lea en próximas fechas; ya te estaré contando.
Puedes conseguir Recursos Humanos en la Red de Librerías Independientes a través de este enlace.
Una rolita
Hace tiempo que no recomiendo una rolita porque sí. Esta semana me topé con un trío de Estambul que compone canciones que me den ganas de bailar, de cantar y de pensar (no entiendo turco, pero he estado buscando traducciones).
Por momentos me recuerdan a Infected Mushroom, que fueron astro-populares cuando los discos de Más Nescafé eran reyes en la música electrónica, sólo que con mucho más uso de la voz. El vocalista, en cada rola, parece estar entonando suras afuera de una mezquita y es imperdible.
El grupo en cuestión se llama Lalalar y la canción es “İsyanlar”, que puedes escuchar en Spotify a través de este enlace.
Un cuento 🖊
Dante Alighieri se equivocó. El purgatorio se renueva. Y lo ha hecho varias veces desde su gran hito, La divina comedia. Hoy los seres humanos ya no pasan por llamas ni tienen que cargar piedras.
Si el día que mueras todavía tuvieras pecados que expiar, llegarías al aeropuerto más grande que puedas imaginar.
Tal vez tu próximo destino sea el segundo círculo del infierno o el lounge más pacífico junto a las mismísimas potestades. Aviones hay por doquier, algunos más grandes que otros. Claro, sólo hay dos aerolíneas disponibles: la que sube y la que baja.
¿Que cómo lo sé? Porque soy una Parca. De menor categoría de la que se aparece por las tumbas en noviembre, pero Parca al fin. Mi trabajo consiste en andar encima de una pulidora a través del aeropuerto purgante.
No tienes idea de lo sucias que pueden ser las almas en pena.
Para empezar, está el ectoplasma. Y en nuestro aeropuerto hay mucho. Porque, ¿cómo purgan sus pecados las almas que en la actualidad viven tan rápido?… Esperando. Los seres humanos hoy se molestan hasta cuando una página web tarda más de 5 segundos en cargar. Con la paciencia todo se expía.
Esperar tiene sus desventajas, porque la paciencia es la prima querida del espantoso aburrimiento. Créeme, las almas aburridas hacen cosas muy extrañas.
Tienen sus temporadas. Primero, sobre todo aquellos que andan recuperándose de la gula, les da por probar los puestos de comida del aeropuerto. Te podrás imaginar que hay una cantidad inverosímil de gastronomías aquí. Y el vómito fantasmal también es ectoplasma que hay que pulir.
No voy a entrar en detalles, pero el aburrimiento también lleva a estas almas a tratar de aliviar sus penas haciendo como si fueran cuerpos. Mis compañeros de limpieza incluso cambian los dispensadores de condones del baño. Parece que no sirven para nada, pero sí que es para que estos impíos entiendan que se puede esperar de mil formas. Y esto también produce ectoplasma que pulir.
Hay otros que leen mucho. Otros que duermen. Otros que hablan. Y otros que tratan de matarse (el afán de llegar a algún lado hace que tomen decisiones extrañas).
Pero cuando el alma entiende que esta espera es la más emocionante de todas, el tiempo se les pasa rápido. El truco está en disfrutar la experiencia. De ver a la gente apresurándose con sus maletas de aquí para allá, de tener la oportunidad infinita de ver revistas de todo el mundo, de conocer los recovecos que, en un lugar tan público, se pueden hacer propios.
Hoy mis superiores me llamaron. Me pidieron que me bajara de la máquina. Hacía centurias que no lo hacía. Mis piernas sobrenaturales apenas se mantuvieron en pie. Me pidieron que me colocara en la fila de First Class. ¡¿Para qué?! Era la fila de una aerolínea que jamás había visto: Terraplen.
Fue muy tarde cuando comprendí que me he librado del purgatorio y mi destino es habitar en la tierra…. como un ser humano, de carne y hueso.
Una reflexión 💭
Lo que más rápido comprendí es que el despido es un punto de inflexión. Es un momento para pensar en un mar de caminos. ¡Y también eso es maravilloso de los 30!
Estoy en una época en donde, afortunadamente, no tengo una crisis financiera y cuento con personas a mi alrededor que me apoyan. En este momento tengo suficiente experiencia laboral como para no tomar el primer trabajo que se me atraviese, sino aquél en el que me sienta cómoda y donde sé que aportaré valor.
En vez de ver este evento como un “Soy una pésima trabajadora: me despidieron”, estoy mirándolo desde: “Tengo una gran oportunidad frente a mí”. Además, en el ínter, seguiré explorando todas las cosas que sé que me llenan. Así que es probable que la próxima semana tengas una nueva carta en tu correo.
Tengo el privilegio de poder freelancear y justo ahora estoy metida en un proyecto interesante y, con algo de suerte, ¡daré clases muy pronto también! Ya te estaré avisando.
Quién sabe qué me querrá decir la vida en este momento con semejante turbulencia. Pero siempre preferiré tener esperanza y ver el vaso medio lleno.
Ahora, si sabes de alguien que necesite una UX Writer (Content Designer) con experiencia, ya sabes a quién recomendar 😉
¡Hasta el próximo miércoles!
¿Es tu primera vez? Te dejo más cartas aquí.
Con cariño libre de virus,
J. McNamara, aka Geeknifer.
Puedes ponerte en contacto conmigo por Instagram, Telegram, Facebook, Twitter y LinkedIn.