¿Cuál es tu mejor lugar en el mundo?
El mío es ahí donde rompen las olas y el mar se junta con la tierra. Por eso, esta carta se trata de pensar en el año ahí donde el agua arrulla.
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Supongo que lo has notado. Lo has notado tú y lo he notado yo. Sobre todo si me dijiste en tiempos recientes “extraño tu newsletter”. Lo que nunca había pasado ahora ocurre con más frecuencia.
Esta carta está empezando a ser mensual. Y no es la idea. Si es de tus primeras veces, que sepas que esta misiva es quincenal y prometo recomendaciones, una ficción y una reflexión.
Nos acercamos al último trimestre del año. Por alguna razón, el otoño se me antoja como una temporada para la reflexión; tal vez es que es la conciencia de que se acerca el final. Aunque solemos relacionar las costas con el verano, en esta carta pretendo sumergirme para hacerle una oda al mar de otoño, ese que invita a sentarnos y contemplar la existencia y, de paso, la naturaleza.
Un libro 📕
Lo que te gusta, te asusta, dicen algunos. Y aunque el océano es una de mis pasiones nada secretas, también sé que es un lugar sumamente peligroso. Es diferente a otros ecosistemas sobre la Tierra, en los que le tenemos miedo a los depredadores. En el mar, además de animales salvajes hay un entorno que nos roba el aliento… literalmente.
Para muchas personas, verse perdidas en medio del mar es uno de sus mayores terrores. Y naturalmente le tememos a la oscuridad oceánica. ¿No por eso sería el mejor escenario para un cuento de terror? Pues vaaarios escritores lo supusieron así.
Una de mis dos editoriales favoritas se llama Valdemar y tuvieron a bien publicar una colección de relatos de terror que ocurren en el mar. Una belleza que incluye barcos perdidos, naufragios, tormentas y varios monstruos marinos desconocidos.
Lo puedes conseguir en el siguiente enlace.
Una rolita 🎶
Hay artistas cuyas letras nos vuelven locos. Parte del proverbial éxito de Taylor Swift reside en ellas, por ejemplo.
Hoy te quiero recomendar una canción de una banda liderada por una mujer. Y es de mis grupos favoritos desde que soy adolescente, así que sin duda tienen letras que comprendo con esa inocencia de pubertad.
Por ello, el hecho de que este año este genial grupo haya publicado una canción en honor a las sirenas, me perfecto para empezar el otoño.
Te dejo la liga para escuchar “Mermaids” de Florence and the Machine en Spotify.
Un video (y su documental) 📹
Quienes me conocen saben que los tiburones me vuelven loca. Me encantan estos animales solitarios, poderosos, que infunden miedo y que comprendemos muy poco.
En 2017, un video terrorífico de algunos segundos se volvió viral. En él, podemos seguir a un buzo que está explorando las profundidades y, de la nada, un gran tiburón blanco lo golpea en la cabeza con el morro.
Por supuesto que el escualo pudo haber matado a este pobre hombre. Pero esta persona sigue entrando en el agua cada vez que puede.
Near Miss es un corto documental hecho después de la viralización. Es una exploración de lo que significa el mar para las personas y de cómo en las profundidades, como si fuera el espacio, uno se da cuenta de su pequeñez, del silencio y de que la naturaleza es grandiosa.
Puedes rentar el documental aquí.
Un videojuego 🎮
Los juegos de Annapurna Interactive siempre son garantía narrativa.
A memoir blue es un poema interactivo, más que un juego per se. En esta historia entrañable seguimos la vida de una atleta: una nadadora que, por alguna razón, poco se habla con su madre.
Con el tiempo, volvemos a la infancia de la nadadora y se descubre una historia dura pero con la que cualquier persona que haya tenido una mamá puede relacionarse.
Es un gran videojuego para volver a sentirnos niños, creer en los sueños y reacercarse a quien más quieres.
Está en casi todas las consolas. Te dejo la liga para conseguirlo en Steam o iOS para jugarlo en un iPad o iPhone.
Una minificción 🖋
La gente que pasa frente a mi casa cree que en ella reina el silencio, cuando en realidad, hasta en un salón abandonado hay bullicio. Mi estirpe lo sabe bien porque somos las reinas de aquello que se olvida.
Si hubieras cerrado los ojos en medio de mi hogar, habrías oído el aullido del viento colándose por entre las ventanas rotas. El aire poniendo a danzar las hojas secas del jardín trasero. Con algo más de agudeza, habrías escuchado los susurros de la madera crujiente. Y también, con ese soplar de brisa, te habrías dado cuenta de que el papel tapiz de las paredes sabe hablar en morse.
Quizá para ahora imagines que mi reino es la oscuridad. Estarías en un error. Los ventanales están rotos y en parte tapiados, pero permiten que entre mucho sol. El techo, que una vez estuvo decorado con una pintura en la que bailaban ángeles, es inexistente: la luz nos da paz.
Tres sillones polvorientos siguen esperando a sus dueños. Están acomodados al centro porque la última vez que alguien entró, necesitaba un espacio para discutir el siguiente movimiento. La guerra es cruel; no sólo se lleva la vida humana, sino que le extirpa a los objetos las memorias felices y les roba propósito.
Esta casa ha sido víctima de la inclemencia del paso del tiempo, de la guerra y la amnesia. Los escombros y el polvo podrían ser tristes para ti. Para nosotras es un hogar. Volamos de pared en pared, comiendo papel tapiz, devorando madera y zumbando de un lado a otro. Somos termitas. Soy la reina; tengo ya 40 años viendo el mundo humano derrumbarse.
Pero el mío florece en las paredes.
Una reflexión 💭
El verano es la época en la que más feliz me siento, será porque, como en la vida, es cuando se acerca el fin. Renazco en otoño, cuando cumplo vueltas alrededor del sol y porque inaugura mi recta final del año.
En este corte de caja, he pensado mucho en lo que sueño con hacer. Te cuento que en casi toda mi vida he sido muy buena organizando mis tiempos porque desde que tengo 14 años hago de todo. Ya sabes, era la chica de las clases extracurriculares, idiomas, deportes, amigos.
Pero crecer implica darle más tiempo a lo laboral (no me quejo, porque en realidad mi trabajo y mi equipo me gustan mucho) peeero tampoco puedo dejar de lado las letras que tanto me hacen vibrar. Este año sí o sí debe quedar lista mi novela, que llevo trabajando un montonal de tiempo.
En otras palabras, ¿no deberíamos hacer este ejercicio antes de que se nos acabe diciembre y volvamos a nuestros supuestos propósitos de año? ¿Tú ya encontraste tu pedacito de mar mental para hacer un recuento? Si no, te invito a hacerlo y que me cuentes cómo te fue.
Por lo pronto, yo regreso a escribir.
Un meme
¿Es tu primera vez? Te dejo más cartas aquí.
Con cariño libre de virus,
J. McNamara, aka Geeknifer.
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