¿Cuánto te pareces a Will Smith?
Lo bueno del cine es que durante dos horas los problemas son de otros.- Alguien parafraseando a un cómico español.
Vamos a jugar a que me estás leyendo por primera vez.
Quizás es cierto y te suscribiste a esta carta después de ver una plática de cómo hacer un portafolio UX (te dejaría la liga a ese video, pero todavía no suben el taller que di). Si es así, te doy la bienvenida. Justamente hace un par de semanas hablaba de cómo me gano la vida (hasta ahora reparo en que esa frase metafórica implica que la vida hay que ganársela, dios, qué mal estamos) y tiene que ver con letras y experiencias digitales de usuario.
Si mi premisa anterior no tiene sentido y llevas más tiempo leyendo mis cartas, te recuerdo por qué escribo.
Esta es una fabulosa carta semanal escrita para ti. A veces, sí, le digo newsletter. Pero me gusta pensar que es menos marquetero y algo más íntimo que eso: es un intento textual por conectar mi cabeza con el corazón.
Desde que tengo memoria me gusta mucho escribir y necesitaba un espacio para compartir las ficciones que imagino, el contenido que consumo y las cosas que me da por pensar a las siete de la tarde, mientras veo el techo y tomo mi quinta taza de café.
Así, la pandemia me hizo dar a luz a esto que se llama “Escríbeme pronto” (aunque en su primera temporada se llamó “El especial de lo inefable” o el EDLI, pa’ los amigos). Tras un año y meses acá sigo, escribiendo cada miércoles para proveer un desconecte de los tiempos difíciles y poniendo una mesa para que nos tomemos algo mientras pensamos, lloramos y reímos.
Después de este breve disclaimer, para que no se nos vaya por qué estoy aquí, quiero hablar de los Oscares.
Pero no sólo quiero escribirte sobre lo de Will Smith y Chris Rock. Quiero hablarte... sobre el cine.
*Una(s) película(s) 🎥*
Te dejo dónde ver algunas películas en las ligas de esta sección
A ver, partamos de algo importante. La entrega de los Premios de la Academia no es precisamente democrática. Se sabe que los estudios pagan para que sus películas puedan ser evaluadas. ¿Por qué? Porque una película nominada (o ganadora, si a esas vamos), tendrá más publicidad.
Yo soy víctima de eso desde hace lustros. Cuando era niña incluso grababa la gala (siempre en el mismo VHS, pobrecito) para verla cuando yo quisiera. ¿Por qué? La verdad es que no me lo preguntaba. Supongo que era algo aspiracional: me gustaba admirar a las estrellas, el show, la comedia y averiguar si las poquísimas películas que había visto terminaban ganando.
Tenía poco chance de ir al cine cuando era chica, pero cuando estudiaba la universidad me tocó vivir en uno de los pueblos más hipsters de México (Cholula) y mi conocimiento sobre cine no tan comercial creció. Años después acabé viviendo atrás de la Cineteca Nacional y era muy común que fuera al cine, sin mencionar que, mientras anduve en el periodismo, una de las cosas que más disfrutaba eran las funciones de medianoche tras mi jornada laboral de mil horas.
A diferencia de otros años, en este sí me faltaron varias pelis por ver (ya me las iré recetando de a poco). En estos tiempos, hay dos razones por las que me gustan los Oscares: hablamos más de cine y normalmente entro a alguna quiniela. Estoy muy enojada conmigo porque le atiné a casi todas las categorías y no puse dinero este año. Cuack.
En fin, hace unos días le decía a una amiga que una cosa es reconocer qué películas son buenas y otra es que te gusten esas películas. Por ejemplo, para serte franca, me encantó Being the Ricardos (si no la has visto, está en Amazon Prime aquí). Si consumes cine, es normal que ya haya tipos de dirección que te agradan y guionistas que prefieres. Cualquier cosa que escriba Aaron Sorkin es probable que acabe en mi lista.
Me da risa la gente que se enoja porque una película haya ganado o no. He visto un montón de personas en serio molestas porque la mejor película haya sido CODA (no sé si lo recuerdan, pero la Academia es la misma que premió Green Book en el 2019). Anyways, no he visto la peli original francesa en la que se basó CODA, pero la disfruté, como también lo hice con Green Book en su momento —claro que creo que en el 2019 Roma, Blackkklansman, Vice o The Favourite eran mejores películas, pero ni hablar—.
¿Me parece CODA la mejor película? Claro que no. Vi The Power of the Dog y me parece muy triste que nada más haya ganado a mejor dirección porque creo que es una muuuy buena película. La cinematografía es increíble, el guion está muy bien construido, las actuaciones están de miedo (Benedict Cumberbatch es un profesionalazo) y hasta el final es inesperado.
*Una recomendación 💡*
Yo soy la clásica que le regresa a la película o a la serie cuando suena una buena canción. Y ahí me tienes, shazameando la rolita para saber qué artista la toca y dónde puedo oírla. Pero ya desde hace algún tiempo me preocupo menos, porque existe un sitio que recopila tooodo lo que sale en la TV.
Se llama TuneFind y básicamente es una wiki de canciones que salen en series y películas. Además, cada pieza viene con la descripción de la escena en la que aparece, así no tienes pierde.
Te la dejo aquí para que no tengas que ponerle pausa a las cosas y armes tus listas de reproducción a gusto.
*Un video 🎞️*
Una de las cosas que más me emocionan en el internet de hoy son los explainers, es decir, los videos explicativos de alguna cosa compleja. No voy a negar que existe una sobrepoblación de videos de este estilo; sin duda, pero hay algunos que sirven para empezar a entender un poco más el mundo.
Si me sigues por Telegram, sabes que recomendé una serie de videos muy cool sobre la precisión histórica de películas y series.
Hoy quiero recomendarte algo parecido a la luz de que Will Smith cacheteó a Chris Rock: una serie de videos de un canal llamado Legal Eagle. Este abogado se dedica a desmenuzar las irregularidades legales de productos culturales que amamos. No saben cuánto me reí el día que descubrí por qué Batman pasaría más tiempo en la cárcel que el Guasón (pueden ver esa joya acá).
Pero si quieres la explicación de diez minutos de qué falta cometió Will Smith y cuánto tiempo pasaría en la cárcel con todo y multa, puedes ver el video aquí.
*Un cuento 🖋️*
—When we never thought it a crime, to go stealing cherries, with face brown as berries, good old summertime!... Estoy harto de mi vida.
—¿De qué hablas? Tu voz suena espectacular.
—Díselo al estúpido del casting. No puedo seguir cantando telegramas a domicilio para siempre.
—¿Y entonces qué quieres hacer? Lo de la actuación no está yendo bien y lo sabes.
—Me gustaría decir cosas. Que lo que dijera fuera... fuera algo.
—Pero actuar es más bien decir algo que alguien más dijo en su cabeza antes.
—¿Me estás tratando de dar un mensaje?
—Un telegrama, pero sin cantar. Mira, te vas a quedar todo el fin de semana aquí, ¿no?
—Todo sea por ti.
—Y por Meredith.
—Claro, tu gran conquista. Pero esa es cosa tuya. Yo te cuido la casa a ti, no a ella.
—Por el momento. Además: hasta que no le cantes un telegrama, no te la tomes en serio.
—Ajá... pero te vas a ir tooodo un fin de semana a verla.
—Sí, claro. Por algún lado hay que empezar. Y tú vas a empezar también.
—¿A qué?
—Ven conmigo.
—¿A dónde?
—Pues al cuarto, donde te vas a quedar.
—Ya sé dónde está, no tienes que darme tour.
—¿Qué ves aquí?
—La cama y... el escritorio.
—¿Qué hay en ese escritorio?
—Una lámpara y... ¡oh! Ese juguete es nuevo.
—Ajá. Es una IBM. ¿Has usado una?
—No tan nueva, pero sí.
—Pues eso harás todo el maldito fin de semana. Usarla. Siéntate.
—¿Ahora?
—Sí, ahora.
—¿Y luego?
—Úsala.
—¿Te me vas a quedar viendo?
—Neh, tengo que leer unas cosas.
—¿Quieres que te redacte algo?
—Quiero que uses esa máquina como Dios te dé a entender.
—Okay...
... ... ... ... ... ... ... ...
... ... ... ...
... ...
...
—¿Cómo vas?
—Es raro.
—¿Qué cosa?
—Me siento... tengo confianza.
—¿Y...?
—¿Cuánto tiempo escribí?
—Como unas dos horas.
—Pues, no me lo vas a creer, pero durante unas dos horas fui verdaderamente feliz.
—Te va a ir bien este fin, ya verás. Invítame una cerveza cuando acabes lo que sea que vayas a trabajar.
—¿Con qué dinero?
—Ya tendrás dinero, ya tendrás dinero.
*Una reflexión 💭*
Fotografía de Geoffrey Moffett
Me pregunto si ya viste la docuserie de El estafador de Tinder. ¿Qué tiene que ver esto con los Oscares? Ahora llego a eso. La serie relata los pormenores de un tipo que estafaba mujeres haciéndose pasar por un millonario en Tinder, la aplicación de citas. Dicho documental abre con una chica rubia, noruega, diciendo que desde niña sueña con el príncipe azul gracias a Disney. De hecho, con ojos claros pispiretos declara que siempre se imaginó una relación como la de La bella y la bestia, en la que una mujer común salva al monstruo de sí mismo.
Y bueno, no es que Disney nos programe para que caigamos en fraudes, pero el cine y su mundo nos contagian. Construimos lo que creemos, en parte, por los productos culturales que consumimos (me refiero a la música, los libros, las series, las películas, entre otras mil cosas). Haz el ejercicio: piensa en tus cinco películas favoritas y ahora ve cuáles de sus valores se reflejan en ti, qué personajes te gustan y por qué.
Hace tiempo que la gala de los Oscar no daba de qué hablar. Creo que desde que Moonlight ganara después de que todo el elenco de La La Land se parara al escenario en un error garrafal, no hablábamos de ella así. Más cuando la del año pasado fue espantosa y aburridísima.
Si por alguna razón no te has enterado del mega chisme, te cuento rápido. El domingo, durante la entrega, Chris Rock, un actor y comediante, estaba presentando a los nominados a mejores documentales cuando hizo una broma (pésima) en referencia a la alopecia que sufre Jada Pinkett Smith, la esposa de Will Smith. El actor bonachón que le hacía de príncipe del rap decidió levantarse de su lugar tras ver que su esposa ponía los ojos en blanco por el chiste. Y cacheteó a Chris Rock.
Es un buen tema de discusión, sin duda. ¿El chiste estuvo bien? ¿Deberíamos dejar que se hagan esas bromas? ¿La violencia está justificada? ¿Por qué no sacaron a Will Smith después de eso? En lo personal, me pareció que el chiste de Chris Rock estuvo bastante pasadito de lanza y estoy convencida de que la reacción de Will Smith estuvo muy mal. He leído y oído muchas teorías: desde que todo estaba planeado como que Will Smith está emasculado y fue su válvula de escape.
Luego leí un tuit que decía algo como: "No hay nada más estadounidense que creer que la violencia física significa proteger personas". Y me quedé pensando... ¿en serio es algo que sólo se piensa en Estados Unidos? No puedo afirmar que la violencia está mal en todos los casos. Si alguien me tratara de golpear. lo más probable es que yo trataría de regresar el golpe (lo único que aplaudo de Chris Rock: su capacidad para sortear la situación de manera pacífica).
Lo que sí puedo afirmar es que, si bien el cine nos hace creer que pintamos una raya imaginaria entre nosotros y la ficción, no podemos dejar de lado que el arte lo hacen personas. Y esas personas, los actores, se nos vuelven gente a seguir, role-models. Así como yo veía los Oscares de niña, estoy segura de que otras tantas personas ven la gala con cierta emoción. ¿A poco no se antoja ser un poco artista de Hollywood?
Así que en este miércoles, quizá deberíamos preguntarnos qué tanto nos parecemos a Will Smith, qué creencias nuestras responden a lo que hemos visto. ¿Por qué consideramos que el amor es el amor? ¿Por qué pensamos que la justicia es la justicia? ¿No será que todos nuestros conceptos, además de provenir de lugares obvios como la familia o la escuela, tienen el tamiz del cine?
Yo creo que sí. Que las películas también nos conforman. Lo único que te deseo en este miércoles es que seas una persona que abra espacios para gente distinta a ti. Por el asuntito de Smith vs. Rock casi se nos olvidan cosas mucho más importantes: Troy Kotsur se volvió la primer persona sorda en ganar un Oscar por su actuación. En la misma gala donde un montón de películas nominadas abordaron la problemática del empoderamiento de la mujer. Una gala donde también una mujer ganó a mejor dirección.
Y en la que hasta hubo homenaje al Padrino... y a Carmelita Salinas.
P.D
Como Facebook prometió desde sus buenos tiempos, este newsletter SIEMPRE será gratis. Pero el trabajo creativo no deja de ser trabajo. Así que te dejo este link por si quieres invitarme un cafecito, con la promesa de un día tomárnoslo en la misma mesa, y animarme a seguir con este proyecto y extenderlo a otros lares.
¡Hasta el próximo miércoles!
¿Es tu primera vez? Te dejo más cartas aquí.
Con cariño libre de virus,
J. McNamara, aka Geeknifer.