¿Cómo sobrevivir en la deriva? 🌊
A veces nos encontramos en un limbo de vida. Y se nos ha dicho que esto es terrible, pero hoy te demuestro cómo ser espectador puede resultar bueno para tu bienestar mental.
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¿No te parece que a veces somos espectadores de nuestra propia vida? Por momentos en mi existencia me he sentido como si no viviera realmente en ella. Casi que pudiera agarrar una de estas sillas plegables y ponerme a ver lo que sucede.
Es algo así como estar a la deriva.
Como le dijeron a Alicia: si no sabes a dónde quieres ir, puedes tomar cualquier camino. Normalmente pensamos que esto es malo, ¿pero qué tal si existir sin tomar un camino durante una temporada pudiera ser una opción sana?
En el menú de hoy tenemos una rolita 🎶, un libro 📕, un videojuego 🎮, un cuento 🖋️ y una reflexión 💭.
Una rolita 🎶
Cuando oigo música, el punto que está al final de la lista para que una canción me guste es… la letra. Me pasa siempre, salvo con un grupo español: Vetusta Morla.
Justo tienen una canción que habla de todo lo que se puede sentir cuando andas a la deriva. Me entero, además, de que es parte de la banda sonora de la serie de televisión La casa de papel.
Y me quedo con una simple frase: “Hay esperanza en la deriva”.
Un libro 📕
El último libro que leí se ganó mis cinco estrellas. The Southern Book Club’s Guide to Slaying Vampires o El club de lectura para matar vampiros, de Grady Hendrix, es un experimento encantador. Digo que es experimento porque mezcla partes cómicas con horror.
El libro empieza de manera humorística con una señora que vive en el sur de los Estados Unidos. Su nombre es Patricia y tiene que comentar un libro en el club de lectura del pueblo. No ha leído el libro de ese mes porque ha atendido a su familia de mil maneras. Nos cuentan que, por ejemplo, su hijo decidió averiguar cuántas pasas le cabían en la nariz (veinticuatro). Cuando la líder del club de lectura se da cuenta de que ninguna de las asistentes ha leído el libro, las invita a salir de su casa. Sí, pues, las corre.
Afuera, Patricia y otras señoras deciden que armarán su propio club de lectura pero leyendo sólo true crime, thriller y horror. O sea, historias de crímenes, asesinatos y monstruos. Lo cual es medio escándalo porque ellas son señoras de bien.
El verdadero horror del libro comienza cuando una vecina ya mayor se abalanza contra Patricia y le cercena un pedazo de oreja. El sobrino de la vecina llega al pueblo y las señoras del club de lectura empiezan a sospechar que hay algo raro con este hombre.
Y estoy segura de que tú también pensarás que es un vampiro.
Hace mucho que un libro no me hacía temblar de terror (hay una escena que involucra soportar ratones y cucarachas para evitar a un asesino y otra más en donde sale una menor de edad sufriendo). A la vez me hizo reír a carcajadas y enamorarme de las personajes. Es una gran historia de amistad, además.
Puedes conseguirlo en inglés con este enlace y en español con este otro.
Un videojuego 🎮
Estaba viendo mi historial y… ¡Hace mucho que no recomiendo videojuegos! Qué falta de grosería para mi parte geek. Por ello, hoy quiero que vayas a tu tienda de aplicaciones y bajes Underground Blossom, la última entrega del precioso estudio holandés Rusty Lake.
Rusty Lake es un estudio independiente que ha producido videojuegos muy simples de jugar con una narrativa increíble. Este no es la excepción. En el juego, eres un pasajero de un metro que tiene la propiedad de hacerte viajar por el tiempo. En cada estación tienes que resolver ciertos acertijos para poder llegar a tu destino.
Claro que se disfruta más si has jugado antes otras entregas de Rusty Lake (te recomiendo que empieces con Seasons). Pero si no, no te preocupes porque sólo tienes que pensar de manera creativa para avanzar y conocer a los personajes incidentales que cualquiera encuentra en el metro de una metrópoli.
Te dejo el enlace para bajarlo en Android, iOS y Steam.
Un cuento 🖋️
–Tener un súperpoder conlleva una gran responsabilidad –decía mi mamá dándole vueltas a la sopa.
Supongo que ella sí había llegado a leer los cómics de los X-Men, pero mi mamá hablaba como si yo pudiera lanzar rayos láser por los ojos, controlar el clima o hacer daño. Mi poder no le afecta a nadie más que a mí misma.
Aún no conozco algún grupo de apoyo para mutantes, pero dejo por escrito: me llamo Pamela y puedo detener el tiempo.
Al principio pensé que sólo hacía como si lo detuviera. Me di cuenta de niña, pues cuando era mi voluntad, la gente a mi alrededor se quedaba quieta, como si le hubiera puesto pausa a una película. Era tener el control de Adam Sandler en la película de Click pero con menos funciones. Robaba dulces y copiaba en los exámenes. Nada grave. No era una súpervillana.
Hasta la fecha no sé si detengo el tiempo en todos lados. Es decir, ¿detengo la vejez del Sol o al mundo dando vueltas? ¿O sólo es percepción mía? En principio, parecería que sí detengo las horas porque cuando lo hago, el día (o la noche) ya no avanzan.
Este año decidí que tenía que hacer el experimento. Estaba en la playa, al atardecer, con mis amigos. Detuve el tiempo. Sin miedo, pues todo ser vivo estaba detenido, nadé hasta alejarme de la costa y floté. Las estrellas nunca llegaron. Y yo seguía pensando en cuál era el sentido de la vida.
Es raro flotar sin olas. Me olvidé de comer, me olvidé de que era un cuerpo. De pronto, tras navegar por mis pensamientos y sentimientos, tras domar la tristeza y borrar enojos, tuve la epifanía de que tenía que vivir. Sin embargo, me reí: me di cuenta de que estaba arrugada. No sólo de los dedos de las manos y los pies por el agua. Había detenido el tiempo por décadas. Todavía no sé cómo mi cuerpo no murió antes. Antes de cerrar los ojos, a mi voluntad, el mundo siguió su curso, mientras yo me hundía en el olvido.
Una reflexión 💭
Notición: este martes volví a las filas del godinato financiero. Ahora soy parte del equipo de experiencia de usuario de Nubank [saquen su moradita ;)]. Y si quieres saber qué hago, puedes sintonizarme en directo o verme en vivo hoy en la colonia Roma a las 19:00 h (hora del centro de México). También me acompañarán dos colegas híper chidos del mundo UX. Anótate para asistir o escucharnos en línea con este enlace.
Y por supuesto, esto fue el culmen para llegar a la orilla de una isla, porque he tenido algunos días sintiéndome en la deriva. No es que estuviera perdida, sino que me sentía en una llanta en medio del océano, dejando que las corrientes hicieran de mí lo que quisieran.
Lo bueno es que en la deriva, aunque no lo parezca, puedes hacer muchas cosas: pensar en hasta dónde has llegado, que te ha traído a este gran mar y cuál es tu siguiente ruta. Estoy contenta de estar encontrando la mía.
Espero que, si estás en la deriva, una gaviota te lleve una margarita. Te espero en la siguiente isla… y la siguiente carta.
Un meme 👾
¿Es tu primera vez? Te dejo más cartas aquí.
Con cariño libre de virus,
J. McNamara, aka Geeknifer.
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