Cómo no mandar todo por un tubo
A veces quiero mandar todo hasta la... muy lejos. Y luego me acuerdo de que tengo un newsletter.
Esta carta está llegando hasta estas horas porque, ahora sí, ando con toneladas de trabajo. Ayer mi cuerpo no pudo más y se durmió temprano. No sé cómo me levanté para hacer ejercicio. Y todavía, a mitad de la rutina, sentía yo que iba a acabar desmayada en un ataque de narcolepsia. Nada que una power nap y un café no solucionen, al menos por el momento.
Deberías de ver las cosas marcianas que hago cuando tengo sobre-estrés, desde escuchar folk metal y headbangear con bandas mongolas de fondo hasta poner en YouTube canciones de Disney en idiomas raros (El jorobado de Notre Dame en noruego no tiene desperdicio).
Si tú también estás teniendo una semana con kilos de estrés, te prometo que este newsletter estará ligero, nada de tragedias, que hay veces en que nuestro horno emocional no está para bollos.
*Un libro 📖*
#MásGordoElAmor - Antonio Malpica (y Bef)
Empecemos por acá: siguiendo con lo anterior, no quiero recomendar libros duros o que narren desgracias. Hoy estoy para el buen humor.
Este libro chulísimo es de Antonio Malpica y está ilustrado por Bef (Bernardo Fernández). Podría decirte que es una historia de amor, un melodrama o una comedia y todas las opciones anteriores son ciertas.
La historia relata la vida de Simón, un sateluco que sueña en su adultez con su viejo amor de secundaria. De la mano de “El Pollo” y “Molina”, sus dos mejores amigos, se plantea buscarlo. No quiero spoilearte demasiado, pero todo se vuelve más complejo en el momento en que interviene un billete de lotería.
Este volumen llegó a mis manos en el penúltimo intercambio de libros presencial del que fui parte, para mí fue toda una sorpresa y una revelación. Me hizo sonreír acordándome de mi yo adolescente. Creo que a todos los adultos jóvenes nos ha pasado: de pronto llegas a la madurez y la vida no es como te la contaron, a veces surgen más tristezas que alegrías y no sabes bien cómo salir del hoyo; en parte de eso se trata este libro.
La historia de estos tres amigos me corrobora lo importante de la amistad en esta vida y, también, lo bien que nos hace la búsqueda empedernida por el amor.
*Un video🎵*
Hay gente que estuvo aquí desde el principio. Tengo una fiel suscriptora a la que quiero agradecer públicamente porque cada semana me contesta. En cada correo que recibo de ella veo algo de sabiduría. Hace unas semanas me dijo que las palabras no le gustan tanto, porque con ellas se puede mentir; con la música, no. Ella es compositora y me pareció una manera increíble de definir distintos lenguajes artísticos. Le reviro hoy con el siguiente planteamiento: me encanta la música, pero también defiendo la escritura porque, parafraseando a Ve, de V de Venganza, con las letras podemos mentir para decir verdades.
Total, que ella me envió, no hace tanto, un video del Ensamble Attica (Attica!), un grupo mexicano. Su rollo no es sólo hacer música, sino crear una experiencia escénica y, por eso, quiero compartirles esta genialidad. Es un nocturno del compositor húngaro Mátyás Wettl, compuesto para nada más y nada menos que 16 apagadores.
Oigan y vean qué cosa tan linda. Es como si un grupo de luciérnagas se hubiera puesto de acuerdo para hacer contradanza. Me recuerda a mi estómago: sin mariposas, con luciérnagas, enamorado.
*Una recomendación 💡*
¡Tengo anuncio parroquial! Trataré de ser breve para explicar esto. Seguramente sabes que me encanta andar charlando frente a un micrófono y, si no lo sabías, te lo cuento: me fascina la locución y hablar en público. Estas habilidades no se adquieren de la noche a la mañana; como sucede para contar historias, la práctica hace al maestro. A mí me ayudó asistir a un grupo llamado Toastmasters, y prometo que no es ni secta religiosa ni estafa piramidal.
Este jueves fungiré como maestra de ceremonias en una de estas reuniones de sólo dos horas (con descanso en medio), donde la gente presenta discursos, se les da retroalimentación; hay discursos improvisados, hay alguien que te cuenta las muletillas, en fin, explicarlo me tomaría muchos párrafos y prefiero que lo veas.
Por eso, si tienes ganas de aprender técnicas para hablar ante audiencias (o sólo venir a echarme porras), conéctate mañana, jueves 18 de marzo, en punto de las 19:00 a esta liga de zoom, el password es 651795, el ID de la reunión es 896-5700-7595. Asistir no tiene costo como invitado (tú tienes invitación mía) y se aprende a mares porque es un grupo muy heterogéneo, de contextos distintos. Si tienes dudas, puedes enviármelas respondiendo a este mail.
*Una minificción🖋️*
Nuestro amor vive en listas de reproducción.
Te fuiste, pero yo no; no me quedé con un perro porque no tuvimos uno. Me quedé con tu tornamesa y la música que compartimos.
Tengo amigas que tienen listas para escombrar el polvo debajo de los muebles, para armar “la carnita asada” y hasta para “coger despacito”.
Yo, en cambio, tengo listas para lo que fuimos y lo que pudimos ser. “El día que me pediste un cuento”. “Canciones para decir ‘te amo’ bajo la lluvia”. “La promesa que no cumpliste”. “Otra vez tengo insomnio, estoy pensando en ti y no quiero encender la tornamesa”.
El problema es que ya no te encuentro en ningún lado y eras la banda sonora de mi vida. Me desespero porque, sin ti, parezco silencio.
Con la bocina apagada, sin nada de ruido, caigo en la cuenta de que mis recuerdos son música.
Las melodías de nuestro primer roadtrip, nuestros conciertos juntos, lo que escuchamos en año nuevo y las canciones que nos dedicamos por mensajería instantánea.
Seguimos existiendo.
Nuestro amor vive en listas de reproducción.
*Una reflexión 💭*
Le volví a dar una revisada a los resultados de aquella encuesta que hice hace unas semanas, con la sorpresa de que tenía más datos. Todas las recomendaciones las tomaré mucho en cuenta, lo prometo.
Alguien me dijo que debería compartir imágenes, en su honor pongo lo más bonito de mi trabajo: lo que no es trabajo, a saber, una minina. Alguien me pidió que abriera un espacio para preguntas. Y esta persona decidió plantear una primera duda: “¿Por qué no has escrito otro libro?” Autopubliqué uno hace un tiempo, te dejo el link por si quieres conseguirlo en Amazon acá. La publicación de ese volumen fue rápida porque estoy convencida de que hay textos que una se tiene que sacar de encima, no porque no te gusten, sino porque es necesario cerrar el ciclo con esa colección de memorias. Aquel libro nació porque yo quería hacer un ensayo sobre la depresión y acabó convirtiéndose en un texto bastante personal, con algo de narrativa y algo de ensayo, sobre mi mamá, quien no tenía mucho de haber fallecido. Sacarlo a luz fue mandarle un beso a mi mamá al más allá. Pero dije que hoy no quiero hablar de cosas tristes.
Así que va la buena noticia. Estoy escribiendo otro libro. Ya llevo quién sabe cuánto tiempo con esta novela en el tintero. Me da paz saber que está “más para allá que para acá”. Tiene el argumento listo. Es decir, si tú agarras ese texto lo podrías leer de corrido de principio a fin, pero estoy editándolo porque quiero lograr que quede muy guapo. A diferencia de lo que pasó con el libro que autopubliqué, no me urge terminar la novela porque, si bien todos mis textos tienen algo de personales, la idea es que quede una obra literaria más cuidada.
¿De qué se trata? Es la historia de una chica de prepa que estudia en un colegio de monjas costero. Esta chica es huérfana, tímida y se toma la religión muy en serio. Un día, su mundo se pone de cabeza porque llega una nueva compañera a su salón: es todo lo contrario a ella. El meollo existe porque, con la llegada de esta segunda chica, empiezan a pasar cosas macabras, cuasi demoníacas, en el pueblo al lado del mar.
Podría definir la novela como una historia de terror youngadultezca con tintes de romance. Me pasa algo chistoso con este texto. Cuando regreso a editarlo, me gusta mucho. Le tengo fe porque creo que para producir contenido decente, lo primero es preguntarse honestamente: ¿qué clase de libro leería yo? Y aunque una no sea su público meta, es un buen inicio: que te guste tu propio trabajo.
Espero que esta semana te guste el tuyo, de verdad que sí. ¡Oh! Y si quieres plantear más dudas, no dudes en responder este correo.
P.D
Como Facebook prometió desde sus buenos tiempos, este newsletter SIEMPRE será gratis. Pero el trabajo creativo no deja de ser trabajo. Así que te dejo este link por si quieres invitarme un cafecito, con la promesa de un día tomárnoslo en la misma mesa, y animarme a seguir con este proyecto y extenderlo a otros lares.
¡Hasta el próximo pinche miércoles!
Con cariño libre de virus,
J. McNamara, aka Geeknifer.
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