32 años, 32 lecciones
El miércoles fue mi cumpleaños y quiero compartirte algunas cosas que me hubieran servido a los 20 y que espero que yo, cuando tenga 40, recuerde.
¿Prefieres escuchar esta carta con todo y mi voz? Activa el audio con el botón de arriba 👆🏼
El mejor regalo de cumpleaños que alguien dedicado a la creatividad se puede dar es ejercer.
Ayer, 25 de septiembre, cumplí 32 años. No sé si llegue el momento en que me dé miedo decir mi edad. ¿Por qué negaría la cantidad de vueltas al sol que llevo? Es mi edad y punto. Tengo arrugas en la frente y me están saliendo canas. Y en estas tres décadas con un par de años más tengo algunos ases bajo la manga. Hoy quiero compartírtelos, igual te sirven.
Sé que estas publicaciones de lecciones pueden ser lo más cliché del mundo, así que trataré de hacerlo divertido, dividiendo estos “aprendizajes” (¿o acaso crees que en 32 años sólo he captado verdades espirituales profundas?) en grupos que tengan algo de parentesco. Venga, entonces:
Sobre el internet.
Activa Wikiwand. Wikipedia es lo más útil que le ha pasado a la humanidad, pero perdón: la interfaz es horrible. Wikiwand da hasta resúmenes generados por inteligencia artificial.
Toby es mi extensión favorita para mi navegador: yo no puedo vivir con más de 10 pestañas abiertas y Toby hace mi vida más fácil, organiza las pestañas de manera visual y no necesito buscar entre tanto folder.
No sólo des likes por ahí, si te gusta algún contenido, tómate 30 segundos para dejar un comentario, quien escribe o hace videos puede tomarlo en cuenta, se siente bonito hacer comunidad. Es decir, los seres humanos somos más que “double-taps”, o “me gusta”, somos seres que comunican. Puedes empezar por esta cartita y….
Procura buscar oportunidades para convertir lo digital en realidad. Gracias a la red tengo amigos y experiencias que no habría vivido sin haber empezado en el internet. No tengas miedo de mandar un mensaje directo o de buscar clubes de lectura, por ejemplo.
Sobre el trabajo.
Yo no creo que se pueda separar la vida del trabajo. Paso ahí ocho horas diarias, es parte de mí, así que trato de ser amable con mis colegas. Se vuelven personas que me ven todos los días y aprecio sacarles una sonrisa. Y viceversa. Son estas relaciones (networking) las que me han hecho ser mejor profesional.
Nunca desistas de estar en un trabajo, sea en una empresa o autónomo, que te encante. Si trabajas en tu pasión, eres alguien con un privilegio enorme: aprovéchalo.
Evalúa tus prioridades laborales. Puede que estés en un trabajo que sólo “te guste”, pero que te permita hacer otras cosas que en realidad sí son tu vocación.
Si eres miserable donde estás, huye. Insisto, vas a pasar ahí ocho horas de tu vida, ¿de verdad vale la pena? Si te vas, será una oportunidad para reinventarte.
Sobre la amistad.
Hazle caso a tus verdaderos amigos. Si tienes un grupo variado, mejor. Son buenos dando opiniones cuando se las pides (a ver si voy haciendo caso a quienes me piden que haga podcast o stand-up).
Porque soy muy mala manteniendo contacto con todo mundo, procuro adaptarme a la comunicación que funcione. Con ciertas amigas, mando podcasts de media hora, con otros amigos sólo mando reels tontos, con otros más, prefiero los cafés.
Las amistades evolucionan, cambian y se difuminan. No te tomes personal cuando una amistad, de pronto, termina. Y tampoco tengas miedo de reconectar.
Si alguien a quien quieres te pide ayuda, dásela. No pierdas la oportunidad de ser más con otra persona.
Sobre tonterías (no tan tontas) del existir.
No le tomes foto a todo (no entiendo a esas personas que toman video de todo un concierto que jamás volverán a ver). Pero sí tómate una selfi cuando te sientas persona guapísima, saca una foto de un paisaje abrumador y, claro, fotos grupales con quien quieres. Es bonito tener estas memorias.
Enamórate de tu ejercicio. Ya sé, hacer ejercicio puede ser odioso, pero quizá es porque no has encontrado la actividad física que mejor va contigo. Yo desde hace mucho desistí de tratar de inventar la rueda. Amo nadar y a eso me dedico.
Lee. En serio, toma un libro o consíguete audiolibros (me enteré por ahí que Spotify sacará algunos). Es una manera increíble de entrar a otros mundos. Ojo, que no sea un suplicio. No te tiene por qué gustar Joyce, Dostoyevski o García Márquez o Isabel Allende o Stephen King: encuentra tu tipo de literatura.
Hay cosas que puedes postergar. Tu chequeo anual de salud, como alguien que descubrió un fallo en su sistema hace unos años, te recomiendo que no esté dentro de esas cosas.
Sobre la familia.
La vida es corta, nadie es eterno. El día en que falleció mi mamá, lo último que nos dijimos fue “te quiero mucho”, entonces confirmé que no se puede dar por sentada a la familia.
Si tienes hermanos, serán siempre tus mejores confidentes. No te distancies y olvídate de las peleas. En mi caso, tengo dos hermanos adicionales (que no son exactamente mis hermanos) que para el caso funcionan. Si eres hijo o hija única, seguro tienes alguien que pueda ser tu hermano o hermana. Apréciales.
Di más “te quiero”. Durante mucho rato de mi vida no lo hice porque no soy tan buena expresando mis sentires oralmente. Pero igual cabe un regalito, una carta o pasar tiempo con los tuyos. Eso también es querer.
Madurar es aceptar que tus padres se la rifaron contigo. Así no es difícil perdonarlos y darles espacio en tu existir.
Sobre el amor.
El viejo adagio de “el amor llega cuando menos lo esperas” es real. No fuerces nada. Busca, que si no encuentras al amor de tu vida, al menos tendrás buenas anécdotas.
Hay cosas que parecen amor, pero son apego. ¿Ubicas las relaciones tóxicas? Usualmente son eso. Tómate siempre un tiempo para descubrir qué sientes. Como norte, te doy un tip: el amor es siempre crecimiento.
Tengo un amigo que cita a Efraín Huerta: “Todas fueron el amor de mi vida”. A veces me choca un poco el verso ese, pero creo que sí vale la pena pensar en dar todo cuando estás en una relación. Sin perder tu identidad, pero con todo el corazón.
Decía Sternberg que hay tres ingredientes en una buena relación de pareja: comunicación, intimidad y compromiso. Preocúpate cuando falte uno de esos tres ingredientes.
Sobre la fe.
Creer es poderoso, en lo personal, pienso que debería ser gratuito. Si sigues una religión, aprovecha esa disciplina. Si no, no desestimes que poner tu corazón en algo puede sacarte de apuros. Yo no siempre creo que hay vida después de la muerte… pero me gusta hablar con mi mamá en otro plano astral de vez en cuando.
Hazte un altar. Tal vez tengas a la virgen de Guadalupe o, como yo, tengas un nicho con libros y adornos que significan algo para ti.
Ten sexo. Contigo o con alguien más. Parece contraintuitivo que ponga esto en el capítulo espiritual, pero no lo es. Es bueno para algún chakra, la salud física y mental.
Tómate espacios para escuchar música y nada más. Para mí, la música es el alimento del alma y el lenguaje que las palabras no alcanzan a entender. Empecé mi cumpleaños bailando como loquita esta joyita noventera.
Sobre la vida.
Intenta hacer cosas nuevas. No importa la edad que tengas, si tienes ganas de probar un deporte nuevo, un restaurante que ves todos los días y al que no has entrado, una ciudad que mueras por conocer, tacha estas cosas de tu lista.
No te preocupes si tienes equis edad y no has hecho todo lo que querías para entonces. Los sueños cambian, la existencia pone retos inesperados y… ¡estás con vida! Aún te queda al menos el hoy para hacer lo que tú quieras.
Mi madre decía: “más vale una colorada que cien descoloridas”. En otras palabras, aprende a decir que no cuando no quieres o puedes hacer algo. Quizá sea incómodo una vez, pero te ahorrarás tristezas futuras.
Cree en ti. Tú eres tu mejor amistad, tu mejor compañía. No te digas cosas feas (acúsome de hacerlo más seguido de lo que me gustaría). Sigue lo que te llene de locura y alegría incontenible. A mí me fascina escribir. Y eso estoy haciendo. Esto debió llegar el miércoles, pero es como un regalo atrasado para ti y para mí. Ojalá te guste.
***
¡Hasta el miércoles!
¿Es tu primera vez? Te dejo más cartas aquí.
Con cariño libre de virus,
J. McNamara, aka Geeknifer.
Puedes ponerte en contacto conmigo por Instagram, Telegram, Facebook, Twitter y LinkedIn.
Feliz cumple! Espero la pasarás genial y sigas sumando aprendizajes año a año, día a día! No tengo dudas de que así será. Un abrazo
Gracias por las lecciones. Nunca serán un cliché, pues cada vida es tan distinta que tener un momento a la ventana del alma de otra persona es un privilegio. Me quedo con varias. Te sigo leyendo