3 libros para no sentirte idiota
La literatura nos ayuda a desmitificar creencias que no valen la pena y pensar en el mal, la fe y hasta la escritura desde una nueva perspectiva.
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Una de las sensaciones que más me pueden es la de sentirme idiota. ¿Nunca te ha pasado que dices algo que era un error, te enteras de que dijiste una tontería, y dices “Por qué no lo sabía antes”?
Hoy es día de libros 📚 y te quiero recomendar tres que te darán argumentos para defenderte. Incluso tal vez te eviten caer en trampas. O mejor, te abrirán las ideas.
Viene esto aderezado con un álbum de una banda nueva 🎶, un cuento 🖋️ y una reflexión 💭.
Unos libros 📚
El otro día, leí algo como la siguiente frase:
“Sanamos a través del poder restaurador de la regresión cuántica”.
Ok… ¿y eso qué significa?
Tengo una nariz desarrollada para los fraudes. Ha de ser porque siempre estoy de malas. ¿Sabías que hay estudios que dicen que las personas con mejor humor suelen ser más crédulas?
Sobre todo soy buena detectando patrañas que tienen que ver con la venta de indulgencias contemporáneas, también conocidas como “le vendemos X cosa para que su vida MÁGICAMENTE vaya mejor”.
No te preocupes, respeto cualquier creencia. Desde creer en Dios, el diablo, los padrinos mágicos, Alá, pasando por los horóscopos, el feng-shui, el tarot, los cuencos, la ayahuasca, con un laaargo etcétera.
Sin embargo, creo que es importante defendernos de personas que saben aprovechar nuestras vulnerabilidades. ¿Cómo se aprende eso?
En parte, leyendo. Y este libro es una genialidad. Cultish es un ensayo desde un punto de vista lingüístico sobre cultos. No sólo habla sobre grupos tipo seguidores de Charles Manson o gente que se suicida en masa, sino también de grupos con elementos sectarios, como crossfit o influencers que defienden el wellness (o el bienestar pero más cool).
Me encantó porque no trata a los seguidores de los cultos como idiotas. Al final, lo que nos atrae de grupos como estos es común a los seres humanos en general y, por tanto, estamos constantemente expuestos a caer en mentiras. Tú, yo y cualquiera.
Por ejemplo, la próxima vez que leas “cuántico” en una página de sanación o que un influencer lo mencione, pídele que te resuelva una ecuación de física. Los resultados serán bellos.
Puedes conseguir la versión en español de “Cultish” a través de este enlace en Amazon y con este otro en Casa del Libro. Si lo quieres en inglés, aquí está en Amazon.
De los tres libros aquí citados, este es el más polémico.
¿Podrías definir la maldad? ¿Sabes dónde está el límite del bien y el mal?
Me podrías decir que sí, que eres una persona de principios. Estos principios los puedes tener claros gracias a tu familia, al colegio o a algún acordeón como las tablas de la ley. Pero en realidad, no todos tenemos los mismos principios.
Si pienso algo como “Qué ganas de que mi jefe se muera”, ¿será algo malo? ¿Algo pecaminoso? ¿Estaré loca?
Bueno, pues Julia Shaw es una psicóloga y divulgadora científica que, desde la ciencia, nos da una nueva mirada para acercarnos al mal. Desentraña lo que nuestro cerebro, desde su animalidad, nos impulsa para hacer cosas supuestamente malas y nos muestra que la maldad es relativa, incluso desde el cerebro.
No te puedes perder el capítulo sobre el sexo ni el de cómo la tecnología ha cambiado nuestros límites y formas del mal.
Mini-Spoiler: los últimos capítulos me parecieron flojones, pero los primeros son buenísimos.
Puedes conseguir Hacer el mal en este enlace.
—¿Qué opinas del lenguaje incluyente?
—Que es necesario pero que debe ser, en serio, incluyente.
Declinar adjetivos y sustantivos con “e” o agregar “x” no es de mis prácticas favoritas. Y no porque crea en la pureza del lenguaje o defienda el “buen español”. Eso del buen español es un constructo bastante difícil de defender. Lo evito porque un lector de pantallas para una persona que está ciega no puede leer bien “les persones”; mucho menos “lxs personxs”.
Estoy convencida de que a través del lenguaje podemos visibilizar nuestros puntos en común y dibujar puertas para las minorías. En cristiano: el lenguaje no sólo ayuda a que personas de géneros diversos sean reconocidas, sino también reconocer a personas con diversidad funcional (a quienes antes llamábamos personas con capacidades diferentes).
Emilia Alegre es colega. Es UX Writer y por tanto se dedica a escribir para experiencias digitales, o sea, microcopy para aplicaciones. ¿Qué hacemos? Te daré un ejemplo.
Abre la aplicación que uses para escuchar música. ¿Listo? En Spotify, por ejemplo, hasta arriba podrás ver “Total” “Música” “Podcasts”. Y más abajo se lee “Seleccionado para ti”. Bueno, estas palabras las puso alguien como Emilia Alegre o yo.
Por cierto, “Total” se me hace una elección bastante mala de microcopy. Espero que se haya probado.
La cosa es que Emilia Alegre escribió un libro que trata sobre 12 técnicas para escribir con empatía de género.
Te daré una gratis. Usa la despersonalización.
En vez de escribir: “¿Estás seguro de salir?”, puedes escribir: “¿Quieres salir?”
En vez de escribir: “El que pide pan”, puedes escribir: “Quien pide pan”.
En vez de escribir: “Cada uno vive como quiera”, puedes escribir: “Cada quien vive como quiera”
¿Quieres conocer las otras 11 técnicas? Puedes conseguir UX Writing con empatía de género en este enlace.
Un álbum 🎶
Recién salidito del horno está este experimento llamado “The Last Dinner Party”. Definir a estas chicas (porque son puras chicas) es complicado. La revista Rolling Stone se acercó diciendo que son “un art-rock bombast”. Es rock, pero con cosillas glam y una pizca épica.
Por cierto que estarán en el Lunario en marzo. Así que vale la pena conocerlas antes.
Un cuento 🖋️
Soy profesional
Soy profesional. Hay una canción que siento que me describe y que dice:
Tú que tenías la más exclusiva clientela
En cada golpe dejabas tu sello de autor
Mientras a salvo reías y contabas las pelas
Alguien pasaba gritando "¡Al ladrón, al ladrón!"
A diferencia de este viejo ladrón, yo sigo estando en forma. Mi clientela es exclusiva también. Y después de hacer mi oficio, la gente no me nota, ríe. Me invita otra copa.
No nací bien parecido. Pero tengo el don de caer bien. Hay quienes piensan que soy atractivo por mi conversación. Hay quienes me creen inofensivo y, por eso, me invitan a entrar a su casa. No te asustes; no soy un vampiro. Pero quizá he estado en tu hogar.
Mi modus operandi es bastante sencillo. Una vez que entro, veo los muebles. Libreros, credenzas, trinchadores y muebles de televisión. Miro si has puesto algo encima. Angelitos de cerámica, plantas, fotografías viejas. Todo eso no me interesa.
Lo que busco son objetos de delicado aroma, coloridos, suaves. Sensuales. Vivo de los libros que robo. Revendo los caros, me alimento con los nuevos. Me deshago de los que son solo de fotografías; nadie los compra y sólo sirven para ponerlos en la mesa.
¿Y tú? ¿Ya revisaste tu librero? ¿Están todos tus libros? Porque quizá pasé por ahí… en tu última reunión.
Una reflexión 💭
(Mini mensaje importante de Ojos aceituna y Jennifer con desvelo de días por una tarea)
Esta es sólo la punta de la punta del iceberg de lo que los libros hacen por nosotros.
No sé por qué a veces vivimos en una sociedad a la que le da flojera infinita investigar. Vivimos rodeados de información, de avances científicos astro emocionantes, de miles de modus vivendi (si cada cabeza en un mundo, literalmente tenemos miles de millones de mundos) y, pese a todo, preferimos quedarnos con las ideas de siempre.
Soy defensora de la lectura y de cualquier forma cultural que propague ideas novedosas de maneras divertidas. Por eso sigo leyendo de todo. Sí, soy de las que leen hasta los libros que no me gustan. Llámame necia.
Pero hoy quise desempolvar estos tres volúmenes porque te servirán en la vida diaria. Y todos necesitamos un respiro de nuestra propia cabeza.
Un meme 👾
¿Es tu primera vez? Te dejo más cartas aquí.
Con cariño libre de virus,
J. McNamara, aka Geeknifer.
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Muchas gracias por las recomendaciones, siempre ando buscando diversificar mis lecturas😊 ya las tengo anotadas